Los más jóvenes no recordarán aquella fatídica temporada 2007-2008 donde descendimos de 2ª a 2ªB cuando en septiembre nos creíamos que íbamos a llegar a puestos UEFA en 3 o 4 años. Fueron los tiempos de Baldasano, del regreso de Antonio Muñoz, de la venta de Lobos y del penalti de Abraham Paz.
Unos no lo recordarán pero otros no lo olvidaremos nunca. Esa temporada, con un proyecto para ascender, descendimos colándonos en la zona roja sólo la última jornada, nunca antes. Ese año hacíamos cuentas para el ascenso más allá de la mitad de la temporada, y cuando era imposible llegar a Primera nos relajamos. La catástrofe vino después, con un equipo que no logró ganar en las últimas 9 jornadas y que volvió al pozo una vez más.
En cierto modo, esta temporada me recuerda a la de aquél descenso. Nosotros seguimos mirando a los puestos de playoff aunque el Cádiz ya está en la zona baja. La situación institucional es muy inestable, el vestuario está torcido y, lejos de reinar la armonía con la afición, los unos y los otros están enfadados y lejos de reconciliarse.
¿Calma? Las sensaciones no pueden ser más horrorosas
La crónica de una muerte anunciada sigue su curso, lo que atisbamos hace semanas se culmina. El Cádiz, en la zona colorada, pero haya calma, quedan muchos partidos. ¿Calma? Las sensaciones no pueden ser más horrorosas. El partido acabó y, tras leer a cronistas y hablar con otros aficionados, hay dispares sentimientos a respecto, aunque una sola cosa en común: esto es un desastre y nos vamos para abajo.
Espero que a Carlos Fernández se le quite cuanto antes la cara de Maxi Gómez, que el Gago ya se frota las manos pensando en que va a poder reciclar un cuplé
Cierto es que la primera parte fue positiva. Cuando el Cádiz ataca y presiona arriba, se ve la cara brillante de la Luna. No llegó el gol, pero se generaron ocasiones en ataque que la delantera no supo culminar. A Carlos se le ve calidad de sobra para Segunda, pero uno se sigue preguntando qué clase de maldición sobrevuela al Mirandilla. “¿Cambiamos al psicólogo por un mentalista?”, comentan que le dijo Vizcaíno a Paco López con sorna tras el partido. Yo sólo espero que a Carlos Fernández se le quite cuanto antes la cara de Maxi Gómez, que el Gago ya se frota las manos pensando en que va a poder reciclar un cuplé.
Tras una primera parte medio buena, el arranque de la segunda no tuvo ningún tipo de sentido. A mí me tienen que explicar qué ha pasado en ese vestuario en el descanso. No me creo que hayan salido dormidos, tampoco que Paco haya cambiado gran cosa cuando todo iba bien. Volver a achacar esto a un problema mental parece una cantinela caduca que no lo justifica todo, pero cierto es que hay algo más aparte de lo futbolístico en toda esta hecatombe.
Ocampo tiene que estar frustrado de regalar tantísimos balones de gol sin que nadie los aproveche
La sensación del equipo es que en ataque hay nivel para hacer más cosas, aunque los goles no entren. Brian fue el mejor y por su banda llegaron las mejores ocasiones. Ocampo tiene que estar frustrado de regalar tantísimos balones de gol sin que nadie los aproveche. Chris, fallón, peleó menos que de costumbre y estuvo desaparecido, mientras que el mencionado Carlos a su lado demostró calidad de sobra, pero fallando por segunda ocasión esta temporada a puerta vacía.
Ontiveros en la derecha parece que brilla menos, aunque esa banda es un páramo si miramos al banquillo. Ni Alejo ni Sobrino son una alternativa a día de hoy. La entrada de Alejo al campo sólo le sirvió al Racing para seguir perdiendo tiempo, aprovechando que el chico tiene la mecha muy corta y que le entra el trapo a cualquiera.
El nivel en defensa es pésimo, empezando por David Gil y siguiendo por los cuatro que le resguardan
En el medio campo llega la fractura. Kouamé, a la hora de elaborar, aporta claridad, buen control y pase. En tareas defensivas se le ve demasiado solo, con poca ayuda para los cuatro de atrás que merecen capítulo aparte. El nivel en defensa es pésimo, empezando por David Gil y siguiendo por los cuatro que le resguardan. Chust tuvo un día impreciso, con pérdidas innecesarias.
Fali, a su lado, mejoró la partida y por suerte (¡bieeeen!) no tuvo una de sus lesiones misteriosas. Pero ni Iza ni Matos están demostrando nivel para la categoría. El ciclo de Iza se acabó hace tiempo en Cádiz, pero nadie parece haberse dado cuenta. Matos, por su lado, cumple pero ni ofrece seguridad en defensa ni ayuda demasiado en el apartado ofensivo.
La línea de ataque y defensa se ve sujeta, entonces, sólo por Kouamé. Hace falta otro tipo de medios que aporten en defensa y que ayuden en las transiciones. Si San Emeterio recuperara nivel, podría ser una opción, porque este Alcaraz que ni ataca ni defiende necesita un banquillazo como el comer.
Otra opción sería recuperar a Diakité, a ver si aporta físico. Una dupla Diakité – Kouamé nos permitirían tener más presencia y, tal vez, arropar más a los centrales, aunque Paco está deseando que Melendo encuentre la forma para sentar a uno o dos de los que ayer estuvieron imprecisos en el mediocampo.
Sí, aún estamos en octubre pero para muchos es inevitable mirar al mercado de invierno. Personalmente, yo traía a 4 defensas para ponerlos de titulares abajo y mandar a los Iza, Matos, Fali y Chust a la caseta. Así empezaríamos a coser esta grieta. Luego Paco tiene que empezar la casa por los cimientos. Bien le vendría al equipo un par de partidos con la puerta cerrada, aunque sean dos 0-0, para asentar las bases de un nuevo Cádiz.
La Segunda es más larga que Cuéntame y quedan aún 96 puntos en juego. Toca esperar y ver si Antonio Alcántara pone en marcha la imprenta o bien acaba en prisión por alguna chapuza con Hacienda.