No sé si estas letras se publicarán con Paco López fuera del club. Una sentencia parece que le ha condenado, en el fútbol la ley es clara: el que no consigue ganar se va a la calle. Paco López llegó ilusionándonos a muchos pero está, posiblemente, a una derrota de no comerse las uvas en la Plaza de San Juan de Dios.
A estas alturas parece que se va a sentar en el banquillo el próximo domingo, aunque la lógica dicta que si ya está decidida su marcha es mejor que no lo haga. El equipo entrena y sigue con normalidad, pero la sangría del Cádiz en defensa invita a pensar que pronto habrá cambios en el banquillo.
Podemos concluir y no nos equivocamos que ni Paco ha conseguido que los jugadores se adapten a su idea de juego ni tampoco ha logrado (o no ha querido) adaptar él su idea a los jugadores con los que contaba. Ya habíamos relatado en alguna ocasión la dificultad que supone, a priori, llevar a cabo la idea de Paco de juego ofensivo y línea adelantada con una defensa tan débil y sin velocidad a campo abierto. El Cádiz deambula por la zona baja de Segunda División, un nuevo descenso destrozaría el proyecto –sea cual sea– y nos haría volver al temido pozo, y eso sin que nadie nos garantice que el precio del abono vaya a abaratarse.
En Cádiz soñamos con el Caso Granada, el de un club que viene también de Primera y que tras cambiar de entrenador se ha rehecho y está en la zona noble de la categoría
Las últimas jornadas son todas penosas. El conjunto amarillo es un equipo sin alma que deambula por el campo y que no tiene ni actitud ni sentido en las cosas que hace. El Cádiz ha encajado 22 goles en 14 partidos, cifras de descenso absoluto. Si no perdió la semana pasada fue por un descomunal Ontiveros que, a cada gol que marcaba, parecía preguntarse “¿qué hago yo rodeado de tanto mediocre?” Ahora en Cádiz soñamos con el Caso Granada, el de un club que viene también de Primera y que tras cambiar de entrenador se ha rehecho y está en la zona noble de la categoría.
La destitución de Paco, de llegar, no solucionaría todos los problemas del Cádiz porque los problemas del club son nuevos cada día
La destitución de Paco, de llegar, no solucionaría todos los problemas del Cádiz porque los problemas del club son nuevos cada día. Al mal comienzo liguero, los puestos de descenso y la desunión entre institución y aficionados se le sumó hace un par de semanas la denuncia de Quique Pina pidiendo que se audite el dinero que el Cádiz recibió del fondo CVC y que Pina sospecha que se “canalizaron a través de una cadena de sociedades bajo el control de Rafael Contreras” para destinarse a cosas que nada tienen que ver ni con el césped, ni con los jugadores ni con la redonda. La Justicia dictaminará, la transparencia siempre es positiva, pero es cierto que mientras que otros equipos usaron ese dinero para reformar sus estadios o construir ciudades deportivas, en el Cádiz todo se perdió en una nebulosa que incluye los terrenos de Delphi y el lio que había con el uso de ese suelo. Veremos qué ocurre.
De poco sirve hablar de nombres de entrenadores ahora. Veremos qué sucede el domingo ante el Córdoba y cómo se desarrollan los acontecimientos. Vizcaíno presume de mantener entrenadores, lo cual no tiene porqué ser bueno. Si es Paco quién sigue al mando, toda la suerte del mundo para él, porque también será la nuestra. Si viene alguien de fuera, toca esperar que el club acierte, que no sea un Pellegrino de la vida y que la situación mejore. Porque más de un cambio de entrenador por curso suele significar catástrofe absoluta.