‘Si caminito al Estadio’, por Carlos Natera: Querido Gaizka Garitano

Parece claro que el gran lastre de este Cádiz CF la desunión, la falta de ilusión y el hartazgo de la afición con el equipo y con el club

Actualizado:
El presidente del Cádiz, Manuel Vizcaíno, y Gaizka Garitano en la presentación del nuevo entrenador del Cádiz CF. Foto: Eulogio García.

No empezaríamos nuestra nueva relación con buen pie si no te fuese sincero. Reconozco que tu fichaje, lejos de ilusionarme, me genera dudas. Aceptarás que las tenga, sé que eres consciente que tu paso por el Almería fue una aventura horrorosa donde no pudiste cosechar ninguna victoria.

“No seas hipócrita”, me dirás, recordándome tu trayectoria exitosa en el Eibar o en el Athletic de Bilbao. No creas que lo desconozco, no pienses que soy un derrotista por acordarme del Almería y no de tus otras aventuras, simplemente miro a nuestros vecinos andaluces y veo más similitudes con nuestro equipo (a nivel deportivo e institucional) que con los equipos vascos.

Aún así, no soy tu enemigo, Gaizka, yo te quiero ayudar porque tu suerte, a partir de ahora, es también la mía. Te voy a dar un consejo: lava la ropa en casa y no confíes demasiado en las personas que rodean al club. La institución necesita abrir las ventanas y ventilarse, porque ahora mismo huele tanto a cerrado que ahuyenta a mocas y mofetas. No te lo van a poner fácil, siento mucho decirte esto, pero cuando llegue el mercado de invierno te acordarás de mí.

La plantilla, querido Gaizka, es la que es. Más allá de cualidades técnicas y tácticas, hay un problema anímico que lo inunda todo. No es el grupo más unido, ya te habrán contado de las peleas y discusiones que no siempre salen a la luz. Este equipo padece de demasiadas estrellitas que no asumen donde están. Su calidad es indudable, y desde luego no es para estar en puestos de descenso, pero falta colmillo, falta hambre, falta compromiso y falta unión.

Te tocará bajar humos, poner mano firme cuando haya que hacerlo, pero también negociar y escuchar

No creo que sea fácil jugar ahora en el Cádiz, aunque estos chicos olvidan lo privilegiados que son por dedicarse (y ganar mucho dinero) jugando con la pelotita. Te tocará bajar humos, poner mano firme cuando haya que hacerlo, pero también negociar y escuchar a unos futbolistas que vienen de un descenso y están en la rampa de salida del siguiente.

La afición, estimado Gaizka, está cansada. Estamos cansados, hablo en primera persona porque antes de periodista soy cadista. Estamos hastiados. Hartos. Pagamos los abonos más caros de Primera y Segunda para ver una victoria de vez en cuando. La directiva se ha enfadado con nosotros porque no tolera nuestro descontento, no quieren que protestemos o que nos quejemos.

La directiva se ha enfadado con nosotros porque no tolera nuestro descontento

Nos niegan, en esencia, la base del fútbol: apoyar a tu equipo al máximo, exigir a tu equipo el máximo. Espero que tú no te dejes llevar y no te enfrentes a nosotros. Unidos, equipo y afición, somos capaces de volar, de remontar en la tabla, de ganar partidos y de volver a soñar. Pero separados, como estamos ahora, es posible que se cumplan los peores presagios.

El otro día te vi sonreír en la rueda de prensa y no pude evitar pensar que puede que sea la última vez que te veamos tan contento

Querido Gaizka. Te deseo lo mejor. Como dije, tu suerte es la nuestra. El otro día te vi sonreír en la rueda de prensa y no pude evitar pensar que puede que sea la última vez que te veamos tan contento. No es ser pájaro de mal agüero, es lo que ha ocurrido con nuestros últimos entrenadores. Yo sueño con que llegue el final de temporada y te vea sonreir. Y sonriamos juntos.