Ambas organizaciones alertan ahora sobre el daño que causan estas actuaciones, señalando que en esta ocasión se han centrado en las inmediaciones de varios colegios concertados de la avenida principal de la ciudad, como San Felipe Neri, Las Esclavas y Salesianas. En este último, un ficus ha sido objeto de una poda que, según Agaden, resulta “completamente injustificada”.
La organización ecologista recuerda que estos árboles no solo cumplen una función estética, sino que son vitales para la salud ambiental y el equilibrio climático en el contexto urbano. “De peligro, no tienen nada”, puntualizan, refiriéndose al ficus de Salesianas. Para Agaden, la presencia de árboles cerca de centros escolares debería motivar un esfuerzo por extremar los cuidados y garantizar su preservación, pero la situación parece indicar lo contrario, especialmente cuando “se observan podas excesivas y sin sentido” en zonas de acceso a colegios.
Agaden destaca que estas intervenciones en el arbolado han sido realizadas “sin los criterios técnicos adecuados” y por personal sin la especialización necesaria en arboricultura. Las consecuencias de estas podas son graves: cortes excesivos que dañan el sistema vascular del árbol, “desgarros” y “amputaciones innecesarias” en ramas principales que debilitan la estructura, dejando a los árboles en un estado de mayor vulnerabilidad frente a enfermedades y plagas. Este tipo de intervenciones, lejos de contribuir a la salud del arbolado, “acaba por comprometer su capacidad de cicatrización y recuperación”, lo que genera más cicatrices y daña aún más su estructura interna.
Las imágenes aportadas por Agaden ilustran el “estado deplorable” en el que han quedado varios de estos árboles tras ser sometidos a podas continuadas a lo largo de este año. El ejemplo del ficus frente a Salesianas es solo uno de los casos; a su alrededor, las zonas arboladas en otros centros escolares muestran un escenario similar, que sigue una tendencia de intervenciones “poco justificadas y arbitrarias”.
Falta de planificación y supervisión por parte del Ayuntamiento
La organización ecologista exige al Ayuntamiento de Cádiz una supervisión “más estricta y exhaustiva” de los trabajos de poda en el arbolado urbano. AGADEN destaca que estas podas deberían haberse llevado a cabo bajo una planificación que incluyera el respeto a “criterios técnicos básicos”. Entre las pautas esenciales se encuentran evitar los cortes en ramas estructurales, limitar el diámetro de los cortes y realizarlos en épocas adecuadas, como el invierno, para minimizar el impacto en la salud del árbol.
Propuestas de mejora y criterios técnicos
Con el fin de frenar el continuo daño que sufre el arbolado urbano, Agaden y la Plataforma El Árbol han propuesto una serie de criterios técnicos para futuras podas, entre los que destacan:
- Podas con “personal especializado”: Las podas deben ser realizadas exclusivamente por personal con formación técnica en arboricultura.
- “Podas en el momento adecuado”: Intervenir en invierno para reducir el impacto en la savia activa y el crecimiento natural del árbol.
- “Respetar las ramas estructurales”: Evitar los cortes drásticos en ramas principales, priorizando solo el saneamiento de las ramas secas o dañadas.
- Diámetro de los cortes: Limitar los cortes a un diámetro de 5-10 cm, salvo casos de emergencia, y siempre efectuando cortes limpios que respeten el collar de la rama.
- “Fomento de un crecimiento equilibrado”: Las podas deben fomentar un desarrollo sano y equilibrado del árbol, evitando los desmoches o cortes drásticos que generen brotes débiles.
Agaden hace un llamamiento al Ayuntamiento para que estas normas se cumplan en todas las intervenciones, con el objetivo de conservar el patrimonio verde de Cádiz y asegurar que los árboles sigan cumpliendo su “función ecológica y social” en la ciudad.
Necesidad de una política de reforestación
La situación demanda no solo una mejora en las prácticas de poda, sino también una política activa de reforestación. Los episodios de calor extremo y la crisis climática subrayan la importancia de preservar y expandir las áreas verdes en la ciudad. La iniciativa de plantar nuevos árboles debería formar parte de una política integral que valore el arbolado como un activo indispensable para la calidad de vida en Cádiz, en especial en espacios como los accesos a colegios, donde el bienestar de los niños y jóvenes se ve directamente beneficiado.
Para Agaden, el caso del ficus en Salesianas representa un símbolo de esta lucha por la protección de un arbolado cada vez más amenazado por decisiones municipales que, en lugar de mejorar su estado, “terminan por deteriorarlo”. El mensaje es claro: se necesita una “gestión responsable y profesional” para que estos episodios de podas sin sentido no se sigan repitiendo.