Ahorro de energía: imprescindible para el planeta y la economía familiar

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Desde que comenzase la invasión de Ucrania (hace ya más de seis meses), los precios no han visto frenado su incremento, así como el aumento del coste de la energía, cuyas dudas acerca del suministro en el próximo invierno acrecienta las dudas en todos los hogares y empresas. Desde todos los organismos oficiales se insta a los ciudadanos a cuidar el consumo energético, lo que también conlleva otro beneficio añadido: cuidar el medio ambiente.  

Aprovechando esta coyuntura conviene recordar que también hay que ser ahorradores en el consumo del agua; cada vez hay menos épocas de lluvia y las temperaturas aumentan la demanda de este bien que camina hacia convertirse en escaso en determinados territorios, como en algunos núcleos urbanos de la provincia de Cádiz, cuyas autoridades ya han puesto en marcha un plan de concienciación sobre el consumo del agua.  

¿Y qué consejos se pueden aplicar en el consumo de agua?

Básicamente son pequeños gestos que sumados entre todos los ciudadanos repercutirán positivamente en ese bien ya tan escaso ya en algunas zonas de España, así como en el medio ambiente.

Si esos pequeños gestos tienen su continuación en cuanto a otras fuentes de energía (luz y gas, preferiblemente), el beneficio será significativamente mayor, máxime si nos acercamos a la explotación de los recursos de las nuevas energías renovables provenientes de una correcta gestión del Sol, el viento o el agua, entre otras fuentes naturales.  

Consejos básicos, ahorro máximo

Volviendo al ahorro del agua, para ahorrar el máximo de agua en estos momentos de crisis de lluvias que se atraviesa, conviene no dejarse los grifos abiertos (se pueden conservar 30 litros diarios de media por persona); darse una ducha rápida en lugar del baño (el ahorro medio puede superar los 400 litros diarios por hogar); o usar el lavavajillas y lavadora cuando estén completos, al tiempo que, si estos electrodomésticos cuentan con una optimizada calificación energética, se conseguirá un mayor ahorro en el uso del agua y de la luz.  

A nivel institucional, en cuanto a la gestión del agua, deben revisarse todos los riegos y que estos utilicen agua no potable. E igualmente en cuanto a la revisión de aquellas comunidades de vecinos, públicas o de particulares que vacían completamente sus piscinas y vuelven a llenarlas con el consiguiente gasto de millones de litros de agua.

Esta práctica debe reemplazarse por un mantenimiento del agua de la piscina usando la depuradora y otros líquidos que conservarán el agua de una temporada a otra.  

Otro consejo interesante a nivel doméstico, y también institucional en la medida que sea posible, está en reutilizar el agua. Por ejemplo, si no tenemos lavavajillas, el agua con el que aclararemos el jabón de los vasos y platos puede servimos para lavar el suelo. O podemos regar nuestras platas y césped, pero racionalizando el uso de los litros de agua o modernizando el sistema de riego, aplicando el riego a través del goteo.

También podemos reemplazar, como ya decíamos anteriormente, nuestros lavavajillas por modelos más eficientes en el consumo del agua (y, por consiguiente, de la luz) e instalar una grifería termostática. Y, por último, una recomendación: no causar los temidos incendios que siempre repercuten en el medio ambiente y en el gasto del agua.