AIG señala al alcalde de Cádiz como culpable de la “dejadez” de la Escuela Infantil Municipal

La concejala Lorena Garrón acusa a Bruno García de priorizar la educación privada sobre la pública en Cádiz

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La concejala de Adelante Izquierda Gaditana, Lorena Garrón, durante un Pleno. Foto: Eulogio García.

Adelante Izquierda Gaditana (AIG) ha señalado al alcalde de Cádiz, Bruno García, por su “dejadez más absoluta” en la gestión de la Escuela Infantil Municipal. El grupo municipal de izquierda critica la falta de personal, el incumplimiento de las mejoras prometidas en las instalaciones y la incapacidad de las autoridades locales para garantizar condiciones adecuadas en el centro educativo.

Estas declaraciones llega tras la denuncia realizada por Autonomía Obrera el pasado viernes, que catalogó la situación como “la peor con creces desde hace mucho tiempo”. Ambas organizaciones coinciden en que la gestión del concejal de Asuntos Sociales, Pablo Otero, y del propio alcalde, ha sido insuficiente y carente de compromiso con la educación pública.

La concejala de AIG, Lorena Garrón, ha sido especialmente crítica con la actitud del Partido Popular en el Ayuntamiento de Cádiz, acusándolos de priorizar los intereses de la educación privada sobre las necesidades de la pública. “Bruno García y el PP están demostrando una vez más, y en este caso con la Escuela Infantil Municipal, que a la escuela pública no le prestan nada de atención, mientras que a la privada le ponen alfombra roja a la mínima de cambio”, declaró.

La concejala lamentó que, a pesar del esfuerzo de la plantilla para mantener el funcionamiento del centro, la falta de personal y el deterioro de las instalaciones han generado una situación “cada vez más insostenible”. Garrón subrayó que el personal educativo está realizando un “encomiable, generoso y profesional esfuerzo” a pesar de las condiciones adversas, pero la ausencia de medidas por parte del Ayuntamiento está llevando a la guardería al límite.

Críticas a la “incapacidad” de Pablo Otero

En su intervención, Garrón también apuntó directamente contra el concejal Pablo Otero, calificando su gestión como “notoriamente incapaz” para resolver los problemas de la Escuela Infantil Municipal. Según la edil, Otero parece estar más centrado en su cargo al frente de la residencia de mayores de Fragela, un puesto que compatibiliza con el de concejal, que en sus competencias públicas con la guardería.

“Es una falta de capacidad, de gestión y de respeto que siga aferrado al cargo pese a que se vea constantemente superado por los acontecimientos”, aseveró Garrón. Además, criticó que, a pesar del generoso salario que percibe como concejal, Otero no haya demostrado una mínima eficacia en la gestión de los problemas del centro.

Otro de los puntos destacados por AIG fue la inacción del alcalde Bruno García frente a las promesas realizadas antes del verano. Garrón recordó que el regidor se comprometió personalmente a renovar los suelos de caucho de los patios, una mejora que no solo no se ha llevado a cabo, sino que se ha visto agravada por el precinto de las zonas exteriores debido a grietas en las paredes.

“Es una vergüenza que Bruno García permita que las niñas y niños estén en esas condiciones con una plantilla mermada, una promesa incumplida por parte del alcalde y zonas precintadas”, sentenció la concejala. También exigió al alcalde que explique públicamente qué medidas se tomarán para resolver esta crisis y garantizar un entorno adecuado para las niñas y niños gaditanos de 0 a 3 años.

Estas declaraciones de AIG llegan después de que Autonomía Obrera hiciera pública una nota de prensa en la que calificaban de “lamentable” la situación de la Escuela Infantil Municipal. El colectivo sindical ya había pedido la dimisión de Pablo Otero y exigido soluciones inmediatas tanto en la cobertura de vacantes como en la reparación de las instalaciones.

Ambas organizaciones coinciden en que la gestión actual del Ayuntamiento no solo refleja una incapacidad administrativa, sino también una falta de compromiso político con la educación pública. La indignación crece entre las familias, los trabajadores y los partidos de la oposición, que consideran que la situación requiere respuestas inmediatas y acciones concretas.