Almacenero de Cádiz: un oficio en peligro de extinción

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CÁDIZDIRECTO/R.J.- Rosario regenta una pequeña tienda de alimentación en la calle San Miguel. Con mimo y esfuerzo atiende a su clientela habitual. Aunque sólo lleva tres años al frente del negocio, la licencia del local para desarrollar dicha actividad se remonta al año 76. Durante más de cuatro décadas, en esa esquinita con Gaspar del Pino, vecinos y gaditanos en general han salido del desavío bajando por media docena de huevos para la tortilla o comprando el bocata del niño que aligeraba el paso para no llegar tarde al colegio.

A apenas 50 metros de allí, en la misma calle Ancha, abrirá el próximo 29 de marzo un supermercado Carrefour Express, un modelo de establecimiento que está proliferando en el casco antiguo de Cádiz y cuya principal característica es que su horario de apertura comprende incluso los domingos y festivos hasta las diez de la noche. Y que, de paso, ahoga a los pequeños almacenes que aún salpican la ciudad y que, en buena medida, siguen tirando hacia delante con esas ventas de fin de semana que hasta hace poco sólo eran posibles en su establecimiento.

Rosario cuenta los días que restan para la apertura del súper de la calle Ancha, pero confía en la “clientela fiel” con la que ha venido contando hasta el momento. “El trato personal es muy importante para mantener a la clientela. Y eso no te lo va a dar ningún supermercado”, avisa.

Más allá del considerable crecimiento de los ultramarinos ‘chinos’, que apuestan por interminables jornadas laborales para sacar rédito a su actividad, en los últimos años han sido numerosos los supermercados de formatos ‘Express’ -en el caso de Carrefour- o ‘Fresh -caso de Día- que han abierto sus puertas en Cádiz. Sin ir más lejos, la calle Buenos Aires cuenta desde el pasado mes de diciembre con un Carrefour Express y, además de la próxima apertura en Ancha, la multinacional francesa también abrirá otro establecimiento de este formato en Sopranis.

 

Almacenero de Cádiz: un oficio en peligro de extinción
Rosario atiende a una clienta en su tienda de la calle San Miguel.

 

Carrefour toma el testigo, en este sentido, de Supermercados Día, que ya puso en marcha negocios de estas características horarias en calles como San Pedro, Ceballos o La Palma. Si bien fomentan la creación de puestos de trabajo en una ciudad tan necesitada como Cádiz, también es cierto que firman el certificado de defunción de muchos otros establecimientos que fijaban en esas franjas horarias del fin de semana y los festivos su principal fuente de ingresos.

El local de Francisco Medina, almacenero gaditano de la calle Fermín Salvochea desde hace medio siglo, ha notado los efectos colaterales de esta tendencia. Su hija Rosa argumenta, mientras despacha a una señora desde detrás del mostrador, que “el supermercado que acaba de abrir en la calle Buenos Aires no nos ha perjudicado tanto como preveíamos, pero el Día ‘Fresh’ de San Pedro nos dejó tocados. El domingo está todo cerrado y se convierte en el día que mayores ventas hacíamos. Pero ya no es así, ahora el domingo es como otro día cualquiera de la semana”.

Rosa, que asume que el oficio está en serio peligro de extinción, defiende el negocio familiar a capa y espada destacando su carácter “cercano” y su “trato personal”. Y bromea con que se va a perder algo tan gaditano como dejar fiado: “Las madres ya no van a poder decir eso de ‘luego te lo pago’ cuando vayan con bulla”.

 

Almacenero de Cádiz: un oficio en peligro de extinción
Carrefour Express ultima su próxima apertura en la calle Ancha.

 

“En una ciudad tan pequeña como Cádiz existen demasiados supermercados”. Lo dice José María Alba, almacenero desde hace 18 años en Casa Dora, en la calle Desamparados. Y sabe bien lo que dice, porque a escasos metros del histórico establecimiento se cuentan un Día, un Carrefour y un Supersol, además de la propia Plaza de Abastos. Por suerte, ninguno de estos comercios abren los domingos, algo que agradece.

“Los almacenes vivimos del fin de semana y del desavío. Y por supuesto, del buen servicio. Por ejemplo, las chacinas que ofrezco aquí no la va a encontrar el cliente en ningún supermercado. Gracias a Dios tengo una clientela con la que me puedo defender y me puedo dar con un canto en los dientes. Esta zona la han respetado ese tipo de supermercados”, suspira.

Quizás pequemos de románticos o de echar demasiado la vista a atrás hacia el pasado  los que pensamos que con cada almacén que echa la baraja se nos escapa un trocito del Cádiz auténtico. El de dejar fiado, mañana te pago o apúntaselo a mi madre… pero como diría el coplero, es ley de vida.