No ha hecho falta que se vivera una ola de calor. El mero calor acumulado del verano y la bajada del viento ha disparado las temperaturas este fin de semana en Cádiz, que ha batido algunos registros de calor. En la capital y en algunas localidades se ha vivido el día más caluroso del año. Y más de un día seguido.
La previsión era clara desde comienzos de semana: con el fin de semana llegaría de nuevo el calor. Y aunque la previsión de que entrarían vientos del este no se ha cumplido, lo del calor sí que se ha hecho realidad. Y Cádiz ha sudado y a base de bien desde el jueves.
Segñun los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), en la capital se ha vivido por dos días consecutivos el día más caluroso del año. La anterior jornada de más calor en la capital fue el 10 de agosto, cuando la temperatura media en la ciudad fue de 29,6 grados. Ese mismo día es cuando también se batió el récord de la temperatura más alta registrada en lo que va de año: 35,7 grados centígrados. Aún sigue siendo la temperatura máxima más alta de lo que va de 2024. Pero la media, esos 29,6, convirtieron también a aquel día en el más caluroso.
Ahora el registro del día más caluroso del año se ha superado por dos veces en los últimos días y sin necesidad de alcanzar la máxima más alta del año. Eso sirve para hacerse una idea del calor y las temperaturas elevadas de estos días. Primero se convirtió en el día más caluroso del año el viernes 16 de agosto, con una media de 29,7 grados de media (una máxima de 34,1).
Pero el sábado se superó los 30 grados de media durante toda la jornada. En concreto, la temperatura media de este día 17 de agosto fue de 30,2 grados, con una máxima de 35,2 grados y una mínima de 25,3 grados, según los registros de la Aemet.
Con todo, no está siendo un verano especialmente caluroso en la capital. Salvo las jornadas de las cuatro olas de calor (cinco si añadimos la que duró dos días a comienzos de julio) la temperatura en Cádiz no está siendo especialmente extrema. De hecho, en la ciudad no se han alcanzado aún los 36 grados. Algo que puede explicarse porque los vientos del Este, el Levante, que suelen traer más calor no están siendo predominantes este verano. Lo que sí se han registrado han sido días de mucha humedad. Pero en cuanto a la evolución de las temperarutas, está siendo bastante lineal y sin grandes picos de calor.
Lo que sí se está produciendo es el fenómeno de las noches tropicales y las noches ecuatoriales. Las primeras son las que no bajan de los 20 grados y las segundas las que no lo hacen de los 25 grados. De hecho, estas últimas noches se han producido dos noches ecuatoriales y una, por poco. La noche del jueves al viernes y del viernes al sábado, la Aemet registró una temperatura mínima de 25,3 grados en ambas noches. Y en la noche del sábado al domingo, hasta las 7 de la mañana no bajó de 25 grados la temperatura, con una mínima cerca del amanecer de 27,4 grados (a las 7:40 horas).
La capital no sabe lo que es bajar de 20 grados desde la noche del 7 al 8 de julio. Desde entonces siempre ha estado por encima de esos 20 grados que marca la noche tropical, pero en el mes de agosto estas temperaturas mínimas en la noche están siendo aún más elevadas y solo ha bajado un día de los 21,5 grados.
Estas noches tropicales y ecuatoriales dificultan conciliar el sueño y el descanso, y son especialmente peligrosas para la infancia y las personas mayores, además de aquellas con algunas patologías previas.
Recomendaciones para las noches tropicales y ecuatoriales
Para sobrellevar mejor estas noches sofocantes, se pueden seguir algunos consejos prácticos:
- Mantener la casa fresca: Cierra persianas y cortinas durante el día para evitar que el sol caliente las habitaciones. Por la noche, aprovecha para ventilar cuando la temperatura exterior sea más baja.
- Hidratarse bien: Bebe suficiente agua a lo largo del día y antes de acostarte para evitar la deshidratación, que puede empeorar la sensación de calor y dificultar el sueño.
- Ropa ligera para dormir: Usa ropa de cama y pijamas ligeros, preferiblemente de algodón, que permiten una mejor transpiración y no retienen el calor corporal.
- Duchas frescas: Tomarse una ducha con agua tibia antes de acostarse puede ayudar a reducir la temperatura corporal.
- Evitar cenas copiosas: Opta por comidas ligeras para la cena y evita alimentos que puedan aumentar la temperatura corporal, como los picantes.
- Uso del ventilador o aire acondicionado: Si es posible, utiliza un ventilador o aire acondicionado para refrescar la habitación. Si usas ventilador, coloca un recipiente con hielo delante para aumentar el frescor.
- Dormir en compañía: Aunque pueda parecer contradictorio, dormir acompañado puede ayudar a regular la temperatura corporal. El contacto físico en realidad puede promover la disipación del calor.