El Ayuntamiento de Cádiz ha decretado este martes, 25 de marzo de 2025, como día de luto oficial por el fallecimiento de Gonzalo Córdoba Gutiérrez, figura esencial de la hostelería gaditana y fundador del emblemático restaurante El Faro.
La bandera de la ciudad ondeará a media asta durante toda la jornada como muestra de respeto y homenaje a su memoria.
El alcalde de Cádiz, Bruno García, ha trasladado en nombre de toda la Corporación municipal sus condolencias a los familiares del hostelero gaditano, que falleció ayer lunes 24 de marzo a los 90 años. Córdoba, aunque nacido en Jerez en 1934, vivió y trabajó en Cádiz durante la mayor parte de su vida, ciudad en la que dejó una huella profunda no solo en el ámbito gastronómico, sino también en el tejido social y cultural.
Uno de los precursores y pioneros de la hostelería gaditana, con toda una familia que sigue dedicándose al negocio, Gonzalo Córdoba fundó en 1964 El Faro de Cádiz, en pleno corazón del barrio de La Viña. Desde ese pequeño local, que comenzó como ultramarinos y bar, nació un proyecto que acabaría siendo el germen de la proyección nacional de la cocina gaditana.
Con el paso de los años, su legado fue creciendo con nuevas aperturas como El Faro de El Puerto, el histórico Ventorrillo El Chato y la línea de Catering El Faro. Hoy, sus hijos y nietos —entre ellos Fernando, José Manuel, Mayte, Mario, Javier y Alejandro— continúan al frente del grupo, manteniendo viva la filosofía de excelencia que Gonzalo supo transmitir.
En reconocimiento a su trayectoria y a su contribución a la ciudad, el Ayuntamiento ya le otorgó en 1991 la Medalla del Trimilenario de Cádiz, una distinción reservada a quienes han promovido la identidad gaditana y han contribuido a proyectar su nombre más allá de sus fronteras.
El alcalde ha afirmado que “la ciudad de Cádiz siempre le recordará por la calidad de su cocina y el excelente trato al cliente en cada uno de sus restaurantes”, resaltando así el carácter humano y cercano que acompañaba a su maestría profesional.
Con este día de luto, Cádiz rinde homenaje a uno de sus grandes nombres, a un emprendedor hecho a sí mismo que hizo de la gastronomía un arte y de su ciudad, un lugar mejor. Su figura permanece imborrable en la memoria de quienes compartieron mesa en El Faro, y en todos aquellos que, gracias a él, aprendieron que servir bien es también una forma de amar.