La ciudad de Cádiz quiere ser repoblada por unos bárbaros que han llegado para plantar semillas de juventud. Con una tremenda fuerza irrumpía el coro del Chapa, ¡Qué barbaridad!, en la decimotercera sesión de preliminares del COAC 2025.
Hombres y mujeres, armados hasta los dientes, nos trasladaban al siglo XVIII para narrarnos la decadencia poblacional de la ciudad más antigua de Occidente y así hacer una comparación con la situación actual de la tacita, a la que denominan “de cartón”, en vez de plata.
Estos bárbaros le han arrancado la cabeza incluso a la Pepa, el monumento que dio lugar a la Constitución de 1812. Su mensaje es un grito revolucionario sobre el declive demográfico de Cádiz, marcado por la emigración de los jóvenes en busca de oportunidades que la ciudad no ofrece.
Una presentación que nos recuerda la banda sonora de la serie Vikingos, donde se acompaña una instrumentación que además de bandurrias y guitarras, se hace notar la presencia de un bajo eléctrico que aporta mucha energía a la música.
Desde el primer pronunciamiento vocal, el coro lanza un ataque directo contra la realidad de la capital gaditana, tildándola de “pueblo anciano ya, sin dentaduras”. Se refieren a ella como “vieja capital, reina pobre de occidente”, que “te estás quedando atrás”. La nostalgia y la denuncia se mezclan evidenciando el vacío generacional que sufre la ciudad, condenada a una muerte lenta.
Pero es en el estribillo donde el coro clava la estaca de su mensaje. El conjunto canta con rabia: “Cádiz está aburrida, triste y envejecida, Cádiz necesita juventud”. La ciudad se presenta como “domesticada”, “aburguesada”, y condenada a una vejez prematura. La juventud olvidada aparece como exiliada y desterrada.
Declaraciones del coro: emoción, reivindicación y orgullo cultural
Tras la actuación, varios componentes del coro expresaron su emoción y satisfacción. “Sensaciones increíbles, muy contentos porque el patio de butacas ha respondido bastante bien”, declaraban, resaltando la gran acogida que tuvo su propuesta sobre las tablas del Falla.
Pero más allá de la emoción del momento, el coro tiene clara su intención reivindicativa: “Venimos a cantar y a reivindicar que la gente joven de Cádiz no se vaya, que se revitalice la ciudad y que haya propuestas para gente joven”.
En este sentido, la agrupación, compuesta también por varios jóvenes, alza su voz por una ciudad con futuro para las nuevas generaciones. “Esto es un coro de rock and roll”, sentencian, subrayando la fuerza y el carácter innovador en el aspecto musical.
En el segundo pasodoble, el mensaje del coro trata sobre la apropiación cultural. Más concretamente, sobre el mito que se ha creado de que Madrid, es la cuna del flamenco. Así, una de las componentes del coro, al ser preguntada por dicha copla, comentó que “El flamenco es de todos, pero aquí es donde ha nacido, entonces está muy bien que se cante por ahí, que se haga internacional, pero el origen está en Andalucía”.
El coro ‘¡Qué barbaridad!’ además de la profunda huella que ha dejado en su paso por la ronda preliminar del COAC, con su potencia musical, ha lanzado un mensaje claro y contundente: Cádiz necesita juventud.