Transportar a decenas de personas usuarias del anfigubi directamente desde la arena, falta de medios, con una berve pasarela de madera en malk estado que deja el vehículo muy lejos de la orilla… Es el panorama que viven a diario la plantilla de socorristas del módulo adaptado de la playa de la Victoria, de Cádiz.
Una usuaria de este servicio denuncia públicamente las precarias condiciones laborales que sufren los socorristas del módulo adaptado de la playa, quienes se encargan de auxiliar a personas con movilidad reducida. «Me veo en la obligación de alzar la voz, por ellos a través de estas palabras ya que ellos no pueden, pero considero que no es humano las condiciones que soportan», indica esta mujer.
Esta persona, que prefiere no aparecer en los medios, ha enviado un emotivo relato a Cádiz Directo en el que agradece la labor y entrega de socorristas y el resto de personas que trabajan en este módulo pese al sobreesfuerzo que deben realizar a diario. Por ello, ha querido poner de manifiesto la labor fundamental que realizan estos profesionales y ha reclamado mayores recursos para garantizar un servicio de calidad y seguro.
Según el testimonio de la usuaria, el personal de socorrismo, a quienes define como «ángeles de amarillo fosforito», se enfrentan a una carga de trabajo excesiva y a condiciones físicas extenuantes. Diariamente, transportan en silla anfibia a decenas de personas por una pendiente de arena cada vez más empinada y dificultosa, exponiendo sus propios cuerpos a un gran esfuerzo físico.
Esta mujer se pregunta si «¿en todo este tiempo nadie se ha percatado de las condiciones físicas extenuantes que soportan? ¿Nadie ha pensado que con el incremento de temperaturas hay una mayor afluencia y eso requiere de mayores medios humanos y materiales?. Nadie se ha percatado que las mareas afectan al recorrido por donde deben, cada vez con más dificultad, llevarnos y traernos del mar?».
«Estos profesionales realizan una labor encomiable, pero no cuentan con los medios adecuados para desempeñar su trabajo», afirma la usuaria en su escrito. «Es necesario que las autoridades competentes tomen medidas para mejorar sus condiciones laborales y garantizar la seguridad tanto de los socorristas como de las personas a las que atienden», añade.
«Durante 10 horas que es lo que dura su jornada laboral, cargan con sus cuerpos (ya que no disponen de otros medios) entre 40 y 50 personas de toda complexión para montarnos en la silla anfibia y luego con esta, transportarnos hasta el agua por una (cada vez más empinada) ruta de paílas, arena seca y arena mojada», señala esta usuaria.
Los principales problemas a los que se enfrenta el personal de socorrismo en este módilo adaptado de la playa de la victoria son:
- Sobrecarga de trabajo: Los socorristas transportan a diario a decenas de personas, lo que supone un esfuerzo físico extremo.
- Falta de medios: No disponen de herramientas o equipos que faciliten su trabajo, como sillas anfibias eléctricas o rampas más accesibles.
- Condiciones físicas extenuantes: La rampa de acceso al mar se encuentra en mal estado y se vuelve cada vez más difícil de transitar debido a las mareas.
- Riesgo para la salud: Las condiciones laborales a las que están sometidos los socorristas pueden poner en peligro su salud física a largo plazo.
La denuncia de esta usuaria ha puesto de manifiesto la necesidad de valorar y reconocer la labor de estos profesionales, que a menudo pasan desapercibidos. Se espera que las autoridades competentes tomen medidas urgentes para mejorar sus condiciones laborales y garantizar un servicio de calidad a las personas con movilidad reducida.