La Escuela Infantil Municipal de Cádiz está al borde del colapso por la falta de personal y el estado de las instalaciones. El sindicato Autonomía Obrera denuncia la pérsoma gestión del Ayuntamiento de Cádiz y de su concejal, Pablo Otero, en lo que considera “la peor situación con creces desde hace mucho tiempo” del centro.
Autonomía Obrera alerta de la “situación tan lamentable” que atraviesa la Escuela Infantil Municipal de Cádiz bajo la gestión del equipo de Gobierno actual. Según la organización, la falta de personal, la dejadez en el mantenimiento de las instalaciones y el incumplimiento de compromisos adquiridos han provocado una de las peores crisis de este servicio en años.
La denuncia sindical apunta directamente al concejal de Asuntos Sociales, Pablo Otero, cuya “incapacidad” para garantizar un funcionamiento adecuado ha desatado el malestar entre las familias del alumnado y generado una sobrecarga insostenible para el personal técnico.
Desde el inicio del curso escolar, Autonomía Obrera ya había advertido sobre la crítica situación de la plantilla en la guardería municipal. La falta de personal, agravada por jubilaciones y bajas de larga duración, no ha sido resuelta por la administración, dejando al equipo restante en condiciones precarias. “La carga de trabajo y el volumen para el resto de trabajadoras está ocasionando un servicio inadecuado, a pesar del sobreesfuerzo de las compañeras que quedan al frente”, señala el comunicado.
En las aulas, la situación es especialmente preocupante: cinco técnicas menos están obligando a que una sola trabajadora asuma responsabilidades que requieren al menos dos personas. Este déficit de personal también afecta otras áreas del centro. “El curso lleva tres meses desde el inicio sin dirección”, denuncian. Una maestra ha asumido, por iniciativa propia, parte de las funciones directivas, aunque lo hace “sin ningún decreto que la respalde y sin medios para poder llevar a cabo una meridiana gestión”.
En conserjería, la ausencia de una figura permanente es otro punto crítico. “Un conserje del ayuntamiento abre la puerta de la guardería por la mañana y se va, ante la imposibilidad de sustituir a la conserje titular”. En la cocina, el servicio se mantuvo durante tres meses con solo dos trabajadores de una plantilla de cuatro. Como resultado, el servicio de comidas para el personal fue suspendido, obligando a las trabajadoras a llevar su propia comida de casa.
Promesas incumplidas
Autonomía Obrera también denuncia el deterioro de las instalaciones y lo que consideran un engaño por parte del alcalde. “Exigimos al alcalde que dé explicaciones por su engaño, al no haber renovado los suelos de caucho de los patios durante el verano como se comprometió”, afirman.
El deterioro de los patios es tan grave que han sido precintados por personal de Urbanismo tras detectarse grietas en las paredes. “Patios que, además de inutilizables por las condiciones del suelo, han sido precintados”, explican. A esto se suman las humedades presentes en varias aulas, que no solo afectan el desarrollo de las actividades, sino que representan un riesgo para la salud.
Ante “tanta inutilidad e incapacidad”, Autonomía Obrera exige la “dimisión inmediata” del concejal Pablo Otero y la adopción de medidas urgentes para resolver la falta de personal y el deterioro de las instalaciones. El colectivo ha advertido que informará a las familias afectadas sobre la situación y, si fuera necesario, convocará un paro en el centro de trabajo. “La situación es inaguantable”, subrayan.
Esta crisis pone en evidencia los problemas estructurales en la gestión de los servicios públicos en Cádiz, un hecho que no solo afecta a la comunidad educativa de esta guardería, sino que podría tener repercusiones políticas más amplias para el Equipo de Gobierno.