El Ayuntamiento de Cádiz intervino en la tarde de ayer matrtes 20 de agosto de urgencia en la histórica y emblemática Puerta de Tierra después de que durante la mañana se detectara una fisura en uno de los arcos del monumento. Técnicos municipales revisaron también el otro arco para comprobar el estado del mismo.
Ahora, el Consistorio es emitir un informe a la Junta de Andalucía para valorar una posible actuación en el monumento, ya que es Bien de Interés Cultural (BIC).
La alarma saltó cuando en la mañana de ayer martes se detectó una fisura detectada en el arcos de la Puerta de Tierra que está en sentido hacia la Cuesta de las Calesas. Ese descibrimiento llevó a una intervención urgente por parte del Ayuntamiento de Cádiz para mitigar posibles riesgos y comprobar el estado real de la estructura. La actuación comenzó a las 16 horas, cuando se procedió al corte parcial del tráfico en ese arco, afectando al tráfico que accedía por la avenida hacia el interior del casco antiguo.
La intervención, que duró unas dos horas, consistió prácticamente en el resanado de la zona en la que había aparecido esta grieta. U n operario municipal que, utilizando una plataforma elevadora, comenzó a retirar con sus propias manos trozos de hormigón de las zonas afectadas por la fisura para prevenir un posible desprendimiento sobre la calzada. El operario, equipado con pico y maza, golpeó las áreas dañadas, eliminando completamente los fragmentos de hormigón que podrían desprenderse.
Mientras, técnicos de la Delegación de Urbanismo supervisaban la operación, revisando y fotografiando ambos arcos para evaluar su estado actual. Se inició la intervención en el arco de entrada al casco histórico, trasladándose posteriormente al arco de salida. Una de las acciones más destacadas fue la extracción de una gran placa de hormigón, que dejó al descubierto el forjado de hierro que sostiene la estructura, confirmando que los daños se extienden más allá de la fisura principal que aparecía a primera vista.
El Ayuntamiento de Cádiz, al ser la Puerta de Tierra un BIC, ha informado que se está preparando un informe detallado para su envío a la Junta de Andalucía. Este documento permitirá coordinar las acciones necesarias para una reparación definitiva que garantice la seguridad y la preservación del monumento.
Los arcos donde se realizaron estas intervenciones fueron añadidos a mediados del siglo XX, concretamente entre 1949 y 1951, bajo la dirección del arquitecto municipal Antonio Sánchez Estévez. Esta reforma, que incluyó la instalación de vigas cantiléver para salvar los 15,20 metros de luz de cada arco, fue parte de un esfuerzo por adaptar el monumento a las necesidades de una ciudad en expansión y facilitar la conexión del casco antiguo con estas nuevas zonas de la ciudad. Posteriormente se reformó el torreón.