Un centenar de personas se han concentrado este miércoles en la emblemática Posada del Mesón en el Barrio del Pópulo para protestar contra la turistificación descontrolada que afecta a la ciudad. Ni un solo representante del Ayuntamiento de Cádiz ni del movimiento vecinal gaditano, ni la Federación 5 de Abril, ni de la asociación de vecinos Los Tres Arcos, del Barrio del Pópulo (aunque si había de otras asociaciones), para protestar por uno de los mayores problemas que sufre ahora la ciudad.
Este acto, inicialmente convocado para evitar el desahucio de María Muñoz, una anciana de 87 años, se mantuvo tras haberse resuelto su situación, convirtiéndose en una plataforma para denunciar un problema más amplio que amenaza la identidad y la habitabilidad de los barrios gaditanos.
La movilización fue organizada por la Plataforma de Vecinos y Amigos del Pópulo y contó con la participación de diversas entidades como la Plataforma Ciudadana El Campo de las Balas No Se Vende, la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA) en Cádiz, Facua, la plataforma Cádiz Resiste y otros colectivos ciudadanos. También estuvieron presentes representantes de organizaciones como Mujeres de Acero, Adelante Izquierda Gaditana, Juventudes Socialistas, Podemos y Justicia Social, entre otras. Pero se echó en falta, y bastante, a asociaciones del movimiento vecinal como la Federación 5 de Abril y la Asociación de Vecinos Los Tres Arcos del Barrio del Pópulo.
El turno de interveciones lo abrió Antonio Gallardo, portavoz de la Plataforma de Vecinos y Amigos del Pópulo, que insistió en su preocupación por la pérdida de la identidad local y la especulación inmobiliaria derivada del turismo. “Nos están matando”, afirmó Gallardo. “Sí al turismo, no a la especulación inmobiliaria”. Subrayó la necesidad de que los políticos actúen para frenar la proliferación de apartamentos turísticos y pidió a las asociaciones vecinales que se movilicen para proteger sus barrios. De igual manera, agradeció a los medios de comunicación la cobertura dada al caso de María, especialmente a Cádiz Directo que fue el que sacó esta historia a la opinión pública.
Desde Facua, Jesús Yesa, recordó que la constitución “consagra el derecho a la vivienda, pero no consagra el derecho a hacer negocio con la vivienda”, para exigir que las instituciones, especialmente el Ayuntamiento, tome cartas en el asunto.
Por su parte, Jesús Ruiz, de la plataforma Cádiz Resiste, también intervino para agradecer el apoyo a María y señalar que su situación es solo un ejemplo de la crisis habitacional que afecta a muchos vecinos. Ruiz denunció la transformación del comercio local en grandes franquicias y el incremento desmedido de los precios de alquiler y venta de inmuebles. “Estamos hartos de este modelo turístico invasor”, dijo Ruiz, quien convocó a todos los presentes a participar en la próxima movilización del 29 de junio bajo el lema “No a la turistificación, sí a una Cádiz habitable”.
Finalmente, Eva Orihuela y su madre, María Muñoz, cerraron el acto con palabras de agradecimiento. Eva destacó el apoyo recibido de diversos colectivos y del Ayuntamiento, que logró parar el desahucio de su madre. “La vida paga, en esta vida se paga todo”, reflexionó Eva, visiblemente emocionada. María, feliz de poder permanecer en su hogar, agradeció especialmente a la Fundación del Cádiz CF por su intervención.
Esta concentración de este miércoles es la primera de las que se van a desarrollar en Cádiz, ya que Cádiz Resiste ha convocado otra para este sábado (12:00 horas en la Plaza del Palillero). Estas movilizaciones llegan en un contexto de creciente preocupación por el impacto del debastador fenómeno de la turistificación en la ciudad, donde se ha generado un intenso y amplio debate en torno a buscar diferentes modelos de turismo a raíz de la publicación en Cádiz Directo de la historia de María.
Según un estudio reciente, Cádiz es la capital andaluza con mayor presión de viviendas turísticas por habitante, con 21 viviendas de uso turístico (VUT) por cada 1.000 habitantes. Esta cifra supera ampliamente las 19 VUT por cada 1.000 habitantes en Málaga y las 14 en Granada.
La proliferación de pisos turísticos está expulsando a los residentes de los barrios históricos, encareciendo el precio de la vivienda y transformando la ciudad en un enclave turístico. Además, está generando molestias a los vecinos por el ruido, la basura y la masificación.
