El edificio de la antigua Escuela de Náutica de Cádiz, ubicado frente a la playa de La Caleta, ha dado un nuevo giro en su historia. Ya no se destinará a actividades económicas no hosteleras, como anunció el Ayuntamiento el pasado mes de agosto.
Ni medio año después, el Ayuntamiento de Cádiz ha cambiado el rumbo, la idea y el proyecto de lo que quiere hacer en ese edificio que lleva años cerrado. Y lo hará en un convenio con la Junta de Andalucía.
Este jueves, el alcalde de Cádiz, Bruno García, y la consejera de Economía, Hacienda y Fondos Europeos de la Junta de Andalucía, Carolina España, anunciaron que el futuro del edificio será residencial, con viviendas que incluirán opciones de renta libre y protegida. Este anuncio, realizado tras la firma de un convenio urbanístico entre ambas administraciones, supone un cambio de rumbo en la planificación de este espacio.
El anuncio sobre el uso residencial del edificio ha llegado de forma inesperada, ya que no estaba incluido en el convenio firmado en el mismo acto. Según Carolina España, este detalle será incorporado próximamente mediante una adenda al documento original. “Es una operación compleja, porque el edificio tiene una alta protección, pero el objetivo tanto del Ayuntamiento como de la Junta es construir viviendas y vamos a intentar hacerlo posible”, afirmó la consejera durante la rueda de prensa conjunta.
El edificio, que lleva clausurado desde 2008, será subastado para su rehabilitación y conversión en viviendas. Este modelo sigue el ejemplo de otras operaciones urbanísticas recientes, como el solar de Puntales, adjudicado al Grupo Q para la construcción de 212 viviendas. En el caso de Náutica, el alcalde Bruno García destacó que el proyecto se asemejará al de Navalips, combinando viviendas de renta libre con un porcentaje de viviendas protegidas, aunque no precisó los detalles exactos del reparto.
De residencia de estudiantes a viviendas residenciales
La decisión de convertir Náutica en un espacio residencial supone un cambio respecto a los planes anteriores, que contemplaban otros usos como una residencia de estudiantes. Este cambio también entierra aquella propuesta del “cinturón universitario”, que buscaba conectar espacios como el Rectorado o Valcárcel en un cordón académico en el casco histórico. Según lo anunciado, el edificio será rehabilitado respetando su alta protección, lo que limita la posibilidad de derribo o reconstrucciones significativas.
“Convertiremos en residencial espacios sin uso de la ciudad que puedan albergar viviendas, porque la vivienda es una prioridad para este Gobierno municipal”, subrayó el alcalde, justificando la decisión en la necesidad urgente de solucionar el déficit habitacional de la ciudad. No obstante, la subasta del inmueble y su ubicación privilegiada frente a La Caleta han generado críticas sobre el acceso a estas futuras viviendas por parte de la población local.
Ampliación del Convenio Urbanístico
La operación sobre el edificio de Náutica forma parte de un convenio urbanístico firmado entre el Ayuntamiento de Cádiz y la Junta de Andalucía. Este documento, que actualiza acuerdos anteriores de 2010 y 2014, también incluye otros proyectos residenciales. Entre ellos, destaca la construcción de 180 viviendas en el solar de Tolosa Latour, donde también se planea una Ciudad Administrativa para centralizar las sedes de la Junta. Asimismo, se prevé cambiar el uso administrativo por residencial en la parcela de la calle Marqués de Valdeíñigo, donde se podrían edificar unas 20 viviendas adicionales.
El convenio refleja una apuesta por reactivar espacios urbanos en desuso para atender la demanda de vivienda. Sin embargo, las especificaciones sobre el proyecto de Náutica, incluido el porcentaje de viviendas protegidas, quedan pendientes de definición, lo que ha generado preguntas sobre quiénes podrán beneficiarse realmente de estas nuevas viviendas.
El Debate sobre el Patrimonio Urbano
El anuncio de dar un uso residencial al edificio de Náutica ha reavivado el debate sobre la gestión del patrimonio urbano en Cádiz. Mientras algunos celebran la posibilidad de aumentar la oferta de viviendas, otros lamentan la pérdida de oportunidades para usos alternativos, como el educativo o cultural. La propuesta anterior de convertir Náutica en residencia de estudiantes, en línea con el cinturón universitario, ofrecía una visión diferente que ahora parece quedar descartada.
En palabras del alcalde Bruno García, “los arquitectos tienen la capacidad de hacer todo posible”, un comentario que subraya los desafíos técnicos y legales de este proyecto. A medida que las administraciones trabajan en los detalles del plan, queda por ver cómo se desarrollará esta operación y qué impacto tendrá en el tejido social y urbano de Cádiz.