Gadir, Gades, Qadis… la evolución de Cádiz a través del tiempo

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«Evolución de CÁDIZ a través del tiempo. Ilustraciones de Arturo Redondo».

Nao Casanova ha publicado en Twitter (@NaoCasanova) un interesante vídeo que tiene la enorme historia de la Tacita de Plata como protagonista.

«En la época romana se destacan la construcción de un arrecife para conectar la ciudad con tierra firme y la del ACUEDUCTO DE GADES.
La capacidad de abastecimiento de este no se superó hasta el siglo XX», se apunta.

«Tras la caída del imperio romano hubo un declive de la ciudad que llevó a su abandono. Los musulmanes crearon una pequeña ciudadela, que se mantuvo cuando Alfonso X recuperó el sitio. Pero no volvió a crecer hasta el s XV, cuando se convirtió en puerto oficioso del Descubrimiento», se añade contestando a una pregunta de un usuario de la red social.

Y es que hay muchas preguntas. Y el mismo número de respuestas. Cádiz entre signos de interrogación para acabar con un ¡Cádiz! entre signos de exclamación. Gadir, Gades, Qadis, Cádiz… una historia infinita.

Lo primero que hay que tener en cuenta, como apunta Bernardo Ríos, es que Cádiz no era, físicamente, como es ahora. En la antigüedad era un archipiélago de varias pequeñas islas. Entre ellas destacaba una pequeña al norte, llamada Erytheia, y otra muy alargada al sur, Kotinoussa.

En esta última se fundó un importante templo al dios Melkart, el principal de la metrópolis. Cádiz fue el principal centro comercial que tenían los fenicios en la península ibérica, pero no era el único: Lisboa, Málaga… La población se fundó en Etyrheia y tomó el nombre de Gadir, traducido como “la fortaleza” o “recinto amurallado”.

Sus orígenes se remontan a los 3.500 años, finales del eneolítico y principios del bronce.

La ciudad fue fundada en 1100 A.C. por comerciantes fenicios de Tiros, vieja ciudad fenicia situada en el sur del actual Líbano, llamándola Gadir, (reducto, fortaleza). En Gadir construyeron un puerto y levantaron un templo donde supuestamente guardaban las cenizas de Hércules.

Tal vez por esto, los gaditanos tienen a Hércules por fundador de la ciudad, figurando su imagen en el escudo, entre las famosas columnas que daban fe del fin del mundo.

Crecida principalmente a partir del siglo XIV y desarrollada de un modo vertiginoso a partir del XVII; Cádiz sin embargo, conseguirá su máximo esplendor económico en el siglo XVIII a través del comercio, actividad principal durante este periodo.

La importancia del comercio americano fue tal que Cádiz llegó a convertirse en la ciudad que controlaba el monopolio comercial español. Cádiz recuerda de inmediato a una ciudad colonial sus estrechas y largas callejuelas, sus evocadoras plazas y sus mágicos jardines diseñan una trama urbanística deliciosa, trama a la que sus edificios preparados para combatir el «levante» contribuyen de manera significativa.

Creado el ambiente propicio, tanto a nivel cultural como político, será en nuestra ciudad donde en el siglo XIX se constituyan las Cortes Generales y se redacte la primera Constitución Española.

En definitiva, Cádiz es una ciudad con más de 3.000 años de historia donde es fácil perderse por sus calles y encontrar a nuestro paso maravillas como la Catedral, la playa de La Caleta, el puerto, el hermoso barrio de La Viña, el de El Mentidero o Santa María.

La luminosidad, el bullicio y la alegría de la ciudad nos atrapan por completo y su magia y singularidad hacen de Cádiz una de las ciudades más bellas de Occidente.