El Grupo Municipal de la izquierda ha puesto en el foco en el inicio de este nuevo curso político en exigir el alcalde de Cádiz, Bruno García, que solicite a la Junta de Andalucía que se ponga en marcha la tasa turística. Una medida que en la ciudad podría permitir, según sus cálculos, el ingreso de unos 4 millones de euros al año.
El portavoz de Adelante Izquierda Gaditana (AIG), David de la Cruz insiste en que Cádiz está perdiendo “cientos de miles de euros cada día” debido a la negativa del alcalde a impulsar esta iniciativa ante la Junta. De la Cruz destacó que el turismo en Cádiz supone un desgaste notable en los servicios públicos, dada la presión turística y el aumento de la población flotante.
“Este verano estamos viviendo cómo llegan al puerto de Cádiz unos 9.000 cruceristas mañana, 5.000 el jueves pasado y más de 7.000 a mediados de mes, solo por poner algunos ejemplos que se repiten a lo largo del año”, afirmó De la Cruz, enfatizando que “ninguna de esas personas absolutamente ninguna hubiera dejado de visitarnos si a cambio tuviera que pagar un par de euros para encontrarse una ciudad limpia con un buen transporte y unos servicios públicos de calidad, porque no ha ocurrido en ningún otro lugar del mundo”.
De la Cruz insistió en que el alcalde debe exigir a la Junta de Andalucía la autorización para que los municipios puedan implementar una tasa turística por pernoctaciones, una medida que ya está extendida en muchos países europeos y en varias ciudades españolas. Según las estimaciones de AIG, en Cádiz esta tasa podría recaudar al menos cuatro millones de euros al año para las arcas públicas. “No podemos permitirnos seguir perdiendo esta oportunidad para la ciudad de Cádiz”, reiteró el portavoz.
A pesar de las reiteradas demandas, De la Cruz señaló que Cádiz sigue siendo “una ciudad más sucia y deteriorada, con servicios como el transporte público deficientes, sin aire acondicionado o con largas esperas, con un mantenimiento urbano insuficiente, sin bombillas de farolas para reponer o con boquetes en las aceras, sin inspectores que controlen las denuncias sobre las viviendas turísticas ilegales”. A su juicio, el Equipo de Gobierno permanece “de brazos cruzados” y solo reacciona cuando la opinión pública se vuelve en su contra, lo que, según él, ha llevado a que “sigamos sin recaudar ni un solo euro para las arcas municipales que beneficie a todas y todos los vecinos que soportan esta presión”.
En otras muchas ciudades de España, esta tasa ya se aplica sin que haya supuesto una reducción en las visitas. De hecho, en varias ciudades del mundo también se ha implementado con resultados positivos. Sin embargo, en Cádiz, el PP ni siquiera parece querer dar el debate, una postura que, según la oposición, le está suponiendo a la ciudad la perdida de este tipo de ingresos para su Ayuntamiento.
