La crónica de Vera Luque del Cádiz CF-Deportivo (2-4): Del deporte también se sale, decían

El autor lanza una preocupante reflexión sobre la absoluta prioridad de lo económico en este Cádiz CF

Actualizado:
Matos es el único lateral que queda disponible en la plantilla del Cádiz CF. Foto: Cádiz CF.

Lo del Cádiz ya es un fallo multiórganico de manual. Puede que ya de esto no se salve ni el apuntador, que algo habrá hecho también. Sólo llegan noticias medio buenas desde la parcela económica, o eso dicen ellos, cuando publican a bombo y platillo no se qué de qué ranking de transparencia, donde por lo visto somos de Liga de Campeones.

No lo dudo, La ingeniería fiscal implementada en las tripas del club, donde los matrimonios de conveniencia entre empresas que van y vienen está a la orden del día, puede que como estrategia mercantil para multiplicar patrimonios personales de más de uno sea para Cum Laude.

Ni un pero le pongo, oiga. A la vista está. Ahora bien, para los que pagamos, (más o menos, pero al fin y al cabo pagamos) a cambio de disfrutar de ese club, esa institución-sentimiento que es de las poquitas cosas que unen en Cádiz al personal sea capillita o carnavalero, de Bruno o del Kichi, del alumbrado cegador o de las penumbras, sin más exigencia que la del entretenimiento, el ocio, y el amanecer los días de partido con la ilusión de dos horitas de asueto que nos hagan sonreír por una victoria…el Cum Laude en Ciencias de la Economía y el Filibusterismo Aplicado se lo pueden ingresar por el orto.

Dejen de poner el pasodoble de los Pepperonni al principio del partido y pongan un video de Lizza Minelli cantando aquello de “Money, money”. Puestos a ser transparentes

El saqueo es patente, y el amotinamiento de la afición pura utopía en este fútbol moderno donde manda el perraje primero, el dinero después, el parné en tercer lugar y por último la guita. Dejen de poner el pasodoble de los Pepperonni al principio del partido y pongan un video de Lizza Minelli cantando aquello de “Money, money”. Puestos a ser transparentes…

La parcela deportiva podría calificarse como esa parte de la anatomía de la Bernarda que tú estás pensando. Hace tres semanas se pelean dos mediocampistas, y el castigo todavía dura. Si a mí en Octavo de EGB me cogen robando una Derby Variant mientras agredo a una señora mayor fumándome un güaca bipapelar, me castigan menos tiempo que a estos dos.

Y ahí andan en la grada, de asuntos propios, como si tuviéramos una fábrica de mediocentros al gusto del consumidor. En estos momentos sólo tenemos UN lateral activo en la plantilla. Alejo fue un parche, que cumplió en ataque (las cosas como son), pero que atrás dejó una autopista de tres carriles sin peaje, para que entraran los del Dépor como si todavía estuviéramos viendo a Djalminha, Fran, Bebeto y Valerón.

A la cantera, ni está ni se le espera. Sólo y sólo si sirve para vender camisetas de diseños atractivos, distintas a la de los mayores

Si no tuviéramos un Cádiz B, dejado de la mano de Dios, lo natural hubiera sido poner al lateral derecho de la cantera, que para eso está la cantera. Y probar. Pero la cantera, ni está ni se le espera. Sólo y sólo si sirve para vender camisetas de diseños atractivos, distintas a la de los mayores. Que filón.

Por último, para acabar (de momento) con el tema deportivo, hace casi dos años, estando en Primera y jugándonos el descenso, el mejor delantero que teníamos en la plantilla se quiso ir a la tercera categoría del fútbol español para jugar en el equipo de su tierra. Que a ese futbolista, ninguna mente pensante del club fuera capaz de sentarlo delante y convencerlo para quedarse, me parece otra muesca en la culata del fusil de los despropósitos. Y así podríamos seguir, pero esto tendría más capítulos que Arrayán , o más días que las preliminares del Falla.

Ojo, que la grada también cata. En cierto momento del partido, con el dos a cuatro en el marcador, y la proa del Titanic mirando para el cielo con la orquesta tocando con agua por la cintura, el silencio en el estadio era atronador. O es que ya se nos han gastado las ganas de protestar, vete a saber.

Sin ánimo ni deseo de que vuelvan los tiempos en los que la mala marcha del equipo desembocaba en pitote callejero, de alguna manera viendo la actual situación, uno romantiza esa época en la que la presión del ambiente podía con las decisiones de los despachos, algo ya imposible, y menos con una directiva represiva que responde a las críticas con victimismo, señala con burofaxes a los núcleos rebeldes, y criminaliza el silbarle a nuestros jugadores cuando ya no es sólo falta de aptitud, sino también de actitud.

esde sus puestos de mandamases en palcos provistos de delicias gastronómicas de Lebrija, le dicen a la grada del paraguas y el aguacero, a la grada de autobús y trienios de carnet, a la grada que ha conocido el cemento y los marcadores de plebo, cómo se tienen que comportar. Y tan panchos.

Todo eso, mientras se posterga y se posterga el cambio de entrenador, a imagen y semejanza del año pasado cuando ya fue tarde, motivado seguramente por razones económicas, porque, recuerden: siempre , siempre, forever de los forever, las razones económicas van a tener más importancia que las razones deportivas. Y así se plantea la historia: éxito económico para tres o cuatro, muerte deportiva para una institución centenaria.

Y el miércoles Copa. Ajú.