La periodista, escritora y divulgadora histórica Nieves Concostrina suele ser especialmente vehemente y ácida en sus críticas o los repasos a las biografías de personajes históricos que realiza en sus programas o intervenciones en la Cadena SER o en sus libros. Recientemente, Concostrina ha realizado una demoledora crítica a la figura y trayectoria de José María Pemán en su espacio Acontece que no es poco.
En sus programas, ofrece una visión crítica y documentada de episodios y personajes históricos, con una especial inclinación a desmitificar figuras relacionadas con el franquismo y el fascismo (los Borbones y los papas también están entre sus favoritos) y recientemente le ha tocado a la figura de José María Pemán.
El director y presentador de La Ventana, Carles Francino, (donde se emite el espacio Acontece que no es poco) avisaba al inicio del espacio a las personas que estuvieran escuchando que “se agarren que viene curvas”. Y así fue. Concostrina tuvo como referencia la fecha de creación de la revista Ellas, dirigida por Pemán, para hablar de la publicación, pero habló más y criticó la figura y aportaciones del escritor gaditano, al que definió como “mancha indeleble para Cádiz”, “misógino”, “machista”, “fascista” o “antisemita”. Además de “defensor de la dictadura franquista”.
Los espacios de esta popular periodista y divulgadora histórica sirven para arrojar luz sobre pasajes de la historia o personajes históricos. Y así lo ha hecho con la figura de José María Pemán y con algunas de sus aportaciones, escritos y reflexiones sobre los que parece haber caído esa sombra de los años para dejarlos en el lado oscuro del conocimiento colectivo. Como señaló Francino, “a Pemán se le conoce, otra cosa es que algunos prefieran olvidarlo”.
Así, nada más empezar, Concostrina señala que “José María Pemán, una indeleble mancha para Cádiz, sólo concebía para la convivencia de los españoles un mundo tradicional. En sus propias palabras: patria, religión, familia y monarquía. La mujer en la cocina y al cuidado de la prole y el hombre en la dirección de todas las cosas”.
En esta línea, señala que “para Pemán y para sus colaboradores, los judíos eran una plaga, Hitler un genio político y los campos de concentración necesarios. Y no estoy deduciendo nada, estoy haciendo referencias a lo que se publicaba en la revista de su digna dirección”, en referencia a Ellas, que se fundó en 1932.
En su intervención, Nieves Concostrina destacó la visión retrógrada y misógina de José María Pemán respecto a la participación de la mujer en la política y la sociedad. Concostrina cita textualmente a Pemán: “Yo (por Peman) empiezo por confesar que, naturalmente, soy enemigo del sufragio universal. Es un mal necesario que sólo por necesidad táctica e instrumental aceptamos. Hay que acudir a las urnas como una triste necesidad, pero nada más”. Estas declaraciones las señala la periodista como “son todo comillas”, para referirse a la literalidad de las mismas como autoría de Pemán.
Para Concostrina, la misoginia de Pemán se evidencia aún más cuando argumenta que “la expresión de las opiniones políticas requiere una independencia que es difícil en la mujer, sobre todo en la mujer casada. Debe abstenerse por completo de una intervención activa en la política. Su principal deber es familiar, conservar la paz doméstica. La mujer cristiana debe sumisión al esposo, tal como San Pablo preconiza”.
Con estas palabras, Pemán no solo subordina a la mujer al ámbito doméstico, sino que también justifica esta subordinación con argumentos religiosos, relegando a las mujeres a roles secundarios y limitando su participación en la vida pública y política. Concostrina resalta estos comentarios para evidenciar la profunda misoginia que impregnaba las ideas y escritos de Pemán, y cómo estas visiones aún resuenan en ciertos sectores de la sociedad.
Sobre su apoyo al franquismo, Concostrina recuerda que “era partidario de la reinstauración de la monarquía autoritaria, además, lo decía así monarquía autoritaria, en la figura de Alfonso XIII. Y por eso apoyó con entusiasmo el golpe de estado (de 1936), que según él era necesario y estaba guiado por Dios”. “Franco nombró a Pemán consejero de Falange Española Tradicionalista y de las Juntas de Ofensiva Nacional (las JONs), que para los olvidadizos, fue el único partido político permitido en España durante la dictadura”, añade.
Aunque recuerda que en los primeros años tras el golpe “metió un par de patas, pero como buen cobarde hipócrita, se arrugó ante el dictador y se acomodó”. Así, recuerda que ”Franco nombró a Pemán consejero de Falange en 1937, junto con Queipo de Llano, el carnicero de Andalucía, también conocido como el borracho de Sevilla. Las arengas de Queipo de Llano en Radio Sevilla cuando animaba a los patriotas españoles a violar a las españolas para que supieran lo que era un hombre de verdad, cuando ordenaba asesinar a todos los hombres de un pueblo para que el pueblo empezara de cero, cuando se reía de los bombardeos que sufrían los 150.000 civiles que huían por la carretera de Málaga-Almería… Pues Queipo de Llano lo hacía cerrando con los versos del católico José María Pemán”, añade la periodista.
Y según señala la escritora y divulgadora histórica en su Acontece que no es poco, no quedó ahí su apoyo al fascismo. Concostrina también destaca las opiniones favorables de Pemán hacia líderes fascistas como Hitler y Mussolini. En la revista que dirigía, Pemán describía a Hitler como “un hombre realmente superior, un verdadero genio político”. Esta admiración por Hitler se extendía a una justificación de los campos de concentración nazis, que consideraba “necesarios”.
Reconocimiento de “rabiosos”
Concostrina narra el homenaje a Pemán en 1981, cuando se trasladaron sus restos a la Catedral de Cádiz, ante el estupor de Francino: “¿Pero se rindió un homenaje a un golpista en plena democracia?”. “Sí, sí, así fue. Así fue la transición, que yo seguiré llamando farsante. Y así lo blanquearon todos los medios de desinformación en aquella España del disimulador Felipe González”, responde la periodista.
La divulgadora histórica denuncia este acto como una muestra de cómo la transición española permitió blanquear a personajes con un pasado oscuro y antidemocrático. “José María Pemán llevaba 14 años enterrado en el cementerio de Cádiz. Cuando determinada gente se empeñó en trasladarlo a la catedral, a la catedral de Cádiz y homenajearlo”, relata Concostrina, señalando que este acto fue encabezado por “figuras de la ultraderecha del Partido Popular, y con la alcaldesa Teófila Martínez, al frente”.
Según Concostrina, este homenaje se organizó debido a “la rabia de ciertos sectores porque Manuel de Falla, otro destacado gaditano pero que renegó del franquismo, estaba enterrado en la misma cripta”. “Querían que Pemán, que había sido fiel al golpe y a la dictadura, tuviera el mismo honor que el traidor de Manuel de Falla”, concluye Concostrina, subrayando la injusticia y el anacronismo de este reconocimiento.
¿La revista ‘Ellas’ o ‘Sin ellas’?
En 1932, Pemán fundó la revista Ellas, una publicación que Concostrina califica de “muy católica, muy antisemita y muy ultraderechista”. La periodista sugiere que la revista debería haberse llamado “Sin ellas”. Entre los contenidos de la revista, Concostrina cita: “En marzo de 1933, recién instalado el primer campo de concentración nazi en Dachau, se reivindicó en la revista de Pemán la necesidad apremiante de devolver a Alemania la espiritualidad perdida y se aplaude la lucha contra el judaísmo, motor de todas las catástrofes y todas las vergüenzas que se hacen padecer a los pueblos”.
Otro ejemplo citado por Concostrina es el titular que calificaba la llegada de refugiados judíos a España como una “invasión de judíos”. La revista también se refería despectivamente a las enfermeras judías como “una verdadera plaga de nurses de una baratura sospechosa y de procedencia judía”.
Además, en el episodio, Concostrina se acompaña del pasodoble de la comparsa de Antonio Martínez Ares La ciudad invisible sobre la salida de Queipo de Llanos de la Basílica de la Macarena de Sevilla.