Recordar, dicen, es volver a vivir. Y recuperar fotografías es un golpe en la retina de los más nostálgicos.
Lo que ha cambiado Cádiz… La fotografía que se ilustra en este artículo, compartida continuamente en redes sociales por páginas con la historia de la ciudad como protagonista, es de los años 70 del pasado siglo.
Podría lanzarse el clásico juego a los más antiguos del lugar e invitar a encontrar las siete diferencias con la imagen actual de esa zona. El juego da para mucho.
ALGUNAS DIFERENCIAS: A JUGAR…
La glorieta ingeniero La Cierva, con su bar en el centro y al fondo la mítica cervecería El Barril que tan frecuentada era en esa época. Cómo cambian los tiempos la fisionomía de una ciudad. El hotel Playa aún no estaba, la residencia Tiempo Libre tampoco. En una de esas esquinas se instalaría un McDonald’s. Los coches han desaparecido. Un parque infantil reina en medio de la plaza. Se construyó otro hotel… Jueguen, jueguen…
El Hotel Playa Victoria abrió sus puertas el 19 de marzo del 1994. Es obra del arquitecto José de Yarza Nordmark y del interiorista Pascua Ortega, quien se encargó de la decoración interior.
La historia de la Residencia Tiempo Libre en Cádiz se remonta a la época de la transición política. Algunos planes sociales del antiguo régimen seguían vigentes. Así, el antiguo Instituto Social de Tiempo Libre del Ministerio de Trabajo decidió levantar en la ciudad entre 1975 y 1977 lo que sería más adelante un centro de ocio para que las familias con pocos recursos económicos pudieran pasar sus vacaciones a orillas del mar. La obra de Cádiz se termina en la década de los setenta, pero su inauguración se retrasa hasta 1981.
La cervecería El Barril ocupaba el local que hoy día regente la cadena McDonald’s. Se trataba de un establecimiento considerado como mítico.
Su inauguración se produjo allá por el año 1957. Y al frente del local estaba Mariano González. Fue un lugar ideado para cerveceros y se llegó a anunciar que sólo se serviría cerveza.
Los productos se adquirían previamente con unos tickets que se vendían en el propio establecimiento. Camarones, sardinas, gambas a la plancha… se acompañaban de forma obligada con una cerveza.
