No llegó al mítico método de guitarra por tablatura, audio 2 (aquí el enlace a Youtube para quien no lo conozca), pero el Pleno municipal de este jueves 29 de febrero también tuvo un final surrealista a cargo de las intervenciones ciudadanas. Un doble turno de palabra que llevó al Salón de Plenos temas como la heraclofobia (si es que algo así existe) o la Agenda 2030 y su perversa “manipulación climática”.
“Nos llamarán conspiranoicos por su debilidad argumental”, aseguró durante su intervención Eduardo Arce, el primero de los dos últimos ponentes del Pleno. Y algún argumento para ello pudo ofrecer… Comenzando por una pregunta que seguramente pocos en el arco plenario vieron venir, y es si se han planteado quitar de los símbolos de la ciudad la figura de Hércules (Heracles en el mito griego). “Hércules asesinó a su mujer y a sus hijos, ¿cómo ustedes que guardan y velan contra la violencia están permitiendo todos estos emblemas?”, cuestionó.
“Que sepan que Hércules era un asesino que mató a mujeres, a sus hijos, al rey Gerión, a una serpiente en el jardín de las Hespérides… Es un mito que está promocionando la violencia, el asesinato y el maltrato”, añadió, ante la atónita mirada de los concejales de los diferentes partidos de la Coorpración municipal.
Un tema de moda en los círculos conspiranoicos como los llamados chemtrails (estelas químicas que presuntamente rocían los aviones en el cielo con perversas intenciones) protagonizó la segunda parte de su breve pero intenso discurso, preguntando a los concejales si han visto “las estelas que duran horas en el cielo”. En una sesión en la que se habló largo y tendido de sequía, Arce pidió a los políticos que “dejen ya los mitos y la farsa del cambio climático, lo que hay es manipulación climática”. Según este presunto investigador, la sequía se debe sencillamente a la “geoingeniería militar de Estados Unidos y la OTAN”. Argumento propio de los rincones más sórdidos de internet que llegó en esta ocasión hasta la casa de todos los gaditanos.
A continuación, Catalina Balber, demostró su condición de reincidente en el Pleno al asegurar que una intervención previa había sido acusada de llamar “genocida” a la concejala de Salud y también había sido “increpada” por el portavoz socialista, Óscar Torres. “Dije agenda genocida. Les pido que se informen, porque Google y estos medios tapan nuestra información porque a ellos (¿ellos? ¿ellos quienes?) no les interesa que se encuentre”, finalizó.
Terminó así un momento surrealista que demostró, por mucho que guste decir aquello de ‘esto es lo que no quieren que escuches’ o ‘lo que no nos dejan decir’, que hasta las ideas más cuestionables pueden expresarse libremente en un espacio tan serio como es el Pleno municipal.