Este verano 2024 no hay duchas en ninguna de las playas de Cádiz como medida para evitar el derroche de agua de las mismas. ¿En ninguna? No, un grupo de irreductibles caleteros y caleteras resiste ahora y siempre las medidas contra la sequía y tiene a su disposición una ducha para refrescarse o quitarse el salitre en la explanada del Club Caleta.
Desde el club señalan que la entidad controla el uso de ese agua, que también se usaría en las duchas que tiene en el interior. Pero lo cierto es que la imagen de una mujer duchándose plácidamente en la explanada del Club Caleta exclusiva para sus socios indigna en la ciudad, que comprende los sacrificios a hacer ante la falta de agua por la sequía. Al menos, la mayoría de la ciudadanía.
La indignación llega con lo que, para lectores de este medio que han denunciado este hecho, supone una evidente falta de solidaridad por parte de estos socios y socias y del club, que al fin y al cabo permite el uso de esta ducha en el exterior de sus instalaciones. Un uso que indigna y mucho en Cádiz.
No ha indignado tanto la selección musical ni el volumen al que se pone en el bar del Club Caleta y su terraza ni el discreto y poco acorde con el entorno columpio naranja para fotos instagrameadas o vídeos tiktokeados con la etiqueta #Cadizfornia. Y era para ello.
Pero es que la escena resulta de lo más chocante: mientras la ciudad entera aguanta las consecuencias de una sequía que aprieta, en esta zona VIP de la playa de la Caleta, el agua sigue corriendo, fresca y libre, para quien tiene acceso a esta zona (incluso han limitado el camino para acceder a las máquinas para comprar bebidas).
Mientras en las playas de la ciudad el Ayuntamiento ha optado que suprimir las duchas e incluso puso en marcha los lavapiés con la temporada de playas ya iniciadas, en el Club Caleta se ve que las normas o no existen o son más flexibles. Aquí, la ducha sigue manando como si el agua fuese tan abundante como el viento de Levante.
El Club defiende el uso controlado
El presidente del Club Caleta, Jorge Muñoz, reconoce que la imagen puede chocar, argumenta que desde el club hacen por controlar el uso de este agua que “al fin y al cabo pagamos”. ”Entendemos que la imagen puede chocar, pero lo cierto es que en el club miramos porque se haga un uso moderado de esas duchas”.
Según explica, el club es consciente de la situación y está comprometido con el ahorro de agua, pero subraya que lo que se paga se suele cuidar más. “Desgraciadamente, lo que no se paga se suele derrochar”, añade Muñoz, defendiendo que el control del gasto en agua en el club es una prioridad.
El presidente también aclara que dentro de las instalaciones del club hay duchas normales en los vestuarios, como en cualquier otra instalación de este tipo. “Quien se ducha en el exterior ya no lo hace dentro, con lo cual hay un doble control sobre el gasto del agua: por un lado, desde el club vigilamos porque no se derroche, porque la pagamos, y por otro, si no se usan las duchas exteriores, se usarían las del interior, lo que al final no cambiaría el consumo”, explica Muñoz. Con esta política, el club busca mantener un equilibrio entre la comodidad de sus socios y la necesidad de contribuir al ahorro de agua.
Además, Jorge Muñoz asegura que, hasta la fecha, nadie del Ayuntamiento se ha dirigido al club para pedir la supresión de estas duchas exteriores. “No tendríamos ningún problema en quitarlas si se produce esa comunicación por parte del Consistorio”, afirma, mostrando la disposición del club a colaborar en las medidas necesarias para combatir la sequía.
