Finalmente se cumplieron las pesimistas previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) y la lluvia ha obligado a la suspensión de la procesión de la Virgen del Rosario en Cádiz. Poco antes de las siete de la tarde se confirmaba la cancelación y se daba paso a las visitas a la imagen en el interior del Convento de Santo Domingo.
Ni el retraso inicial, ni la opción que se barajó de realizar un recorrido reducido permitieron que la patrona de Cádiz procesionara por la ciudad como es tradicional en el día de su festividad.
Esta vez sí, la Aemet acertó en sus predicciones (cuando predijo lluvia para los últimos días de Cádiz Fenicia no sé registró ni una gota) y el agua hizo acto de presencia en la ciudad desde media tarde. Desde una hora y media antes de la hora prevista para la salida de la procesión, aproximadamente, ya llovía en Cádiz. Al menos en el caso antiguo.
Esto hizo que inicialmente se optará por retrasar la salida, ya que las previsiones apuntaban a que pudiera parar la lluvia y en una ciudad como Cádiz, que las precipitaciones dependen tanto del componente del viento, podía ocurrir cualquier cosa. Pero esta vez no. La Aemet había dado lluvia continúa aunque no muy intensa desde las 17:00 hasta las 20 horas. Y aunque se ha retrasado algo su llegada, lo hizo con más presencia de la prevista, ya que la agencia estatal no daba más de 0,1 litro por metro cuadrado por hora en este primer tramo y su estación meteorológica ha recogido a las 18:00 horas 0,2.
Tras este aplazamiento inicial, se comenzaron a barajar otras alternativas para evitar la suspensión definitiva. Entre ellas comenzó a tomar fuerza la de un posible recorrido alternativo que podía ser Compás de Santo Domingo, Plocia, San Juan de Dios, Sopranis y de nuevo al Compás de Santo Domingo para regresar al Convento. Pero conforme avanzaban los minutos y el agua seguía presente esa opción se iba disipando.
Así, a la hora prevista para esta reprogramada salida, las 19:00 horas, seguía lloviendo con fuerza y los responsables de la salida procesional tomaron la decisión de suspenderla. La banda se marchó y muchas de las personas que estaban en el interior del Convento comenzaron a hacer lo propio justo en el momento en el que se abrieron las puertas para que quien quisiera pudiera visitar a la virgen en el interior del templo.
De este modo, los cargaores de la Patrona (en Cádiz no costaleros, como en un lapsus publicamos de buena voluntad en otra información. Sirva este apunte como fe de erratas) no pudieron llevar a la imagen de la Virgen del Rosario por el itinerario previsto por el casco histórico en su tradicional procesión del día de su festividad, el 7 de octubre.
