La normativa municipal ahoga a Friking, que se plantea su marcha del centro de Cádiz

El Ayuntamiento reclama al establecimiento el cierre del escaparate de su tienda en la calle Periodista Emilio López, por presuntamente incumplir la legislación urbanística vigente

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El actual escaparate de Friking, con un cartel que advierte de su situación por la reclamación del Ayuntamiento.
El actual escaparate de Friking, con un cartel que advierte de su situación por la reclamación del Ayuntamiento.

Es difícil imaginar una tienda sin escaparate, más aún si los productos que ofrece el negocio son tan atractivos a la vista como camisetas, funkos y toda clase de complementos de temática friki. Un potente reclamo visual para el paseante, que puede encontrar tras el cristal tanto el regalo ideal para un amigo o familiar como su próximo capricho. Por ello, la situación de la tienda Friking ubicada en la calle Periodista Emilio López del centro de Cádiz se ha vuelto dramática, al encontrarse con la exigencia del Ayuntamiento de cerrar su escaparate en cumplimiento de la normativa vigente.

El gerente de la franquicia gaditana en Cádiz y Bahía Sur, Emilio José García Mota, explica a Cádiz Directo que la marca cumplirá en julio dos años en su actual emplazamiento, que anteriormente ocupó Anabel Modas. Previamente el negocio se encontraba en la misma calle pero unos metros más hacia la avenida 4 de diciembre de 1977, concretamente frente a la confitería Maype.

Se mudaron a este nuevo local al cumplir “todas las condiciones que íbamos buscando” y se completó el proyecto “sin ninguna pega”, con toda la documentación en regla. Sin embargo, “al año me llegó una notificación diciendo que no nos concedían la licencia de apertura por un problema con la fachada, que es la misma de la tienda anterior”.

Al cabo de los meses, Emilio José recibió una nueva notificación, en este caso de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, asegurando que la fachada estaba protegida “y que teníamos que adaptarnos a la normativa bajo riesgo de sanción”. Lo que la administración pide a Friking es el cierre con fachada de ladrillos tanto a un lado como a otro de la puerta, es decir, la pérdida completa del actual escaparate que durante años ya tuvo el anterior negocio y que tienen también otros locales de la zona.

El gerente de Friking asume que este cierre de la fachada “afectaría a las ventas muchísimo” y desde la franquicia apuntan al cierre del local y el traslado como solución. “He hecho una gran inversión y me veo ahora entre la espada y la pared. Si cierro el escaparate va a afectar muchísimo a las ventas, con todo lo que hemos pasado con la pandemia y teniendo en cuenta que en el centro de Cádiz con tanto turismo el consumo local está bajo mínimos”, lamenta.

La denuncia de Friking ha llegado al Ayuntamiento de Cádiz y la teniente de alcalde de Comercio, Beatriz Gandullo, se puso personalmente en contacto con Emilio José para intentar buscar una solución al problema. Desde el Consistorio asumen que el problema es que el actual PGOU “es muy restrictivo”, aunque prometen hacer “todo lo posible” para resolver su situación.

Emilio José García insiste en que “en la fachada no hemos tocado nada, sólo hemos pintado y puesto rótulos. Si fuera otro tipo de negocio me podría dar igual, pero para nosotros el escaparate es lo que hace que vendamos. Así que estoy con las carnes abiertas porque no sé qué va a pasar”, reconoce. “Después de tanto trabajo, porque mantener un negocio cuesta mucho, es duro que ahora por temas burocráticos nos obliguen a cerrar”, reitera.

El gerente de Friking en Cádiz comprende que los edificios deben cumplir con la normativa, pero pide al Ayuntamiento que sea “un poco más permisivo, porque veo mi fachada y no es distinta de otras en la misma calle”. Al menos parece que por parte de la concejala de Comercio hay voluntad de arreglar la situación y el responsable del establecimiento ha quedado emplazado a una próxima reunión para tratar de encontrar una solución que evite que otro local se quede vacío en el centro de Cádiz.

La normativa obliga a Friking a cerrar su escaparate a ambos lados de la puerta.
La normativa obliga a Friking a cerrar su escaparate a ambos lados de la puerta.

Una normativa obsoleta y demasiado restrictiva

La entendible apuesta por la conservación del patrimonio choca en no pocas ocasiones en una ciudad con las limitaciones de Cádiz con el bienestar de los vecinos y vecinas, que sufren las restricciones de una normativa que en determinados aspectos se ha quedado ya obsoleta.

La situación se complica especialmente en el centro de Cádiz, pues son muchas las fincas que no encuentran una manera viable de instalar un ascensor (tan necesario para algunas personas, muchas de ellas atrapadas en sus casas por sus problemas de movilidad) a causa de las limitaciones impuestas desde Patrimonio.

También es urgente revisar la normativa que afecta a la instalación de elementos de la fachada como cierros y balcones, que no admite materiales mucho más resistentes, aislantes y económicos como el PVC y obliga a muchos vecinos a mantener sus viejos balcones de madera, chocando así con las medidas de eficiencia energética que las propias administraciones animan a implantar en los domicilios.

Es importante conservar y cuidar la historia y el patrimonio de la ciudad, siempre que no vaya en contra del mayor activo de cualquier municipio, que no es otro que sus ciudadanos y ciudadanas.