La Zona Franca de Cádiz ha implementado una medida significativa para proteger la salud de sus empleados y visitantes al instalar desfibriladores en sus edificios repartidos por la provincia. Estos dispositivos han sido ubicados estratégicamente en oficinas y centros de negocio, como los edificios Melkart, Atlas, Heracles, Europa y la Sede Social, así como en otros equipamientos en distintos municipios.
La iniciativa no solo contempla la instalación de desfibriladores, sino también la formación necesaria para su uso. La empresa adjudicataria del servicio, Technology 2050, se encargará del mantenimiento de estos equipos y de impartir cursos tanto presenciales como telemáticos para los empleados del Consorcio. Estos cursos son esenciales dado que, aunque los desfibriladores son semiautomáticos y fáciles de manejar, requieren una formación mínima para ser utilizados correctamente en situaciones de emergencia.
Los desfibriladores instalados tienen la ventaja de ser fácilmente transportables, lo que permite su uso rápido y eficaz en los primeros cinco minutos tras un ataque al corazón, un tiempo crucial para salvar vidas. Según expertos, este tipo de dispositivos es especialmente recomendado en entornos empresariales por su capacidad de ofrecer una intervención inmediata antes de la llegada de los servicios de emergencia.
Aunque la normativa andaluza solo exige la instalación de desfibriladores en determinadas circunstancias, como en poblaciones de más de 50.000 habitantes o en instalaciones deportivas con aforos elevados, su presencia en cualquier centro de trabajo es altamente recomendada. La Zona Franca de Cádiz, al adoptar esta medida, refuerza su compromiso con la seguridad y el bienestar de todos los usuarios de sus instalaciones.
