No saben si es por la protección de un yacimiento arqueológico o si ha sido por la rapidez con la que se activó la apertura de Entrecatedrales para el Cádiz Fenicia, pero vigilantes del mismo tienen que afrontar sus turnos de trabajo sin un cuarto de baño.
Así lo denuncian algunas personas de la plantilla a Cádiz Directo, pero prefieren mantenerse en el anonimato por miedo a perder su puesto de trabajo en la empresa que asume el pliego de museos y teatros. Sin embargo, es el Ayuntamiento de Cádiz el que, señalan, debe facilitar este tipo de condiciones.
Estas personas que realizan los trabajos de vigilancia de seguridad y auxiliares de seguridad, que trabajan en turnos de hasta 12 horas durante la noche, denuncian en privado la total falta de servicios básicos, especialmente la ausencia de baños. Sin embargo, el temor a perder sus puestos de trabajo impide que estos trabajadores den sus nombres al hacer públicas sus quejas.
Según fuentes cercanas a los trabajadores, el horario de los vigilantes es de 20:00 a 8:00, cubriendo toda la noche, mientras que los auxiliares operan en turnos de 10:30 horas a 14:30 y de 16:30 a 21:00. Este horario variará ligeramente este lunes, cuando acabe el Cádiz Fenicia que indican que será de 10 a 14 y de 17 a 21. Pero hasta el momento, en todos los casos no hay un cuarto de baño. “No sé cómo han permitido esto. ¿Qué se supone que debemos hacer, usar un cubo?“, comenta un trabajador que, como muchos otros, prefiere no dar su nombre por miedo a represalias. En horas diurnas, los auxiliares se ven obligados a abandonar su puesto para buscar algún bar cercano donde puedan ir al baño.
La falta de infraestructuras no solo afecta la dignidad de estos trabajadores, también parece evidente que va contra la normativa laboral. Esto resulta aún más preocupante considerando que se trata de un Centro Especial de Empleo, donde las personas contratadas suelen tener situaciones y condiciones físicas que deberían ser especialmente tenidas en cuenta. El Ayuntamiento de Cádiz, responsable de la instalación, aún no ha habilitado estas condiciones mínimas para estos empleados, a pesar de las repetidas quejas internas.
La improvisación marca el Cádiz Fenicia
Los problemas no acaban ahí. Señalan que a la empresa de seguridad la avisaron con escasos días de antelación para hacerse cargo de la vigilancia en el yacimiento durante Cádiz Fenicia, lo que dejó poco margen para planificar y prever recursos necesarios. “Nos llamaron a última hora“, explica otro empleado, que también pide mantenerse en el anonimato. Esta falta de previsión parece repetirse en la organización de las actividades del Cádiz Fenicia.
El pliego que regula la contratación de la seguridad en este caso se incluye en el pliego de museos y teatros. Mientras tanto, los vigilantes y auxiliares siguen trabajando en estas condiciones, sin poder alzar la voz por miedo a perder su empleo. La indignación es palpable, pero el temor a represalias mantiene en silencio a una plantilla que solo quiere unas condiciones dignas para hacer su trabajo.
