CÁDIZDIRECTO / Rafa Burgal.- El nombre de Manuel Serrano ‘McGregor’ siempre se une a la comparsa. Estilo clásico en una de las voces más dulces en activo. Elegancia y señorío. Su garganta ha tenido el privilegio de defender algunos de los mejores repertorios de la historia del Carnaval, ya sean de Fletilla, Catalán Chico, Antonio Martín o Pedro Romero.
Anoche, tras un año de descanso, McGregor regresaba a las tablas del Gran Teatro Falla con la chirigota de Juanlu Cascana ‘No tenemos pal convite, pero tenemos pal Twitter’. Una imagen inusual que no es nueva, ya que en 1979 salió en ‘Los mulilleros de Cai’, primer premio de Ramón Díaz ‘Fletilla’.
McGregor reconoce que su llegada a la chirigota de Cascana es “como pasar de un extremo a otro”, pero no se le caen los anillos por esta decisión, de la que se siente orgulloso. “Cascana siempre me ha invitado a salir en la chirigota y este año vamos a meternos en el fango. No me ha supuesto mucho trauma porque yo trabajo a turnos y he estado ensayando dos semanas nada más, por lo que no he tenido que comerme mucho el coco para cambiar los turnos”.
Manuel insiste que su llegada a este grupo se tiene que tomar con normalidad, ya que “esto es una fiesta popular y nadie come de esto. Una persona me dijo que voy a perder cartel. ¿Qué cartel voy a perder yo si esto es del pueblo? Más choca lo que pasa hoy en día, con autores que echan a componentes que supuestamente cantan mejor y no importan ni los corazones ni los sentimientos”.
Por ello, McGregor se dedica a disfrutar de lo que hace y no preocuparse de otras cosas, como el dinero. “Nunca he tenido esa obsesión. Solo he ganado dinero el año de ‘Los mulilleros’, que me compre una moto, y con Antonio Martín”.
A pesar del estilo canalla y de poca vergüenza del que hace gala la chirigota del Cascana, Manuel afirma que “también esto tiene seriedad. Vamos a darlo todo en otro estilo. No salen a buscar entrar en cuartos, semifinales o un premio. No persiguen eso, sino pegar y dar su sello particular. Esperemos que guste bastante y nos busquen en la calle”.
De su amplio historial carnavalesco, destaca ‘Soplos de vida’ como a uno de los que tiene más cariño por su tipo y su repertorio. Además, añade otro como ‘A fuego vivo’ o ‘Los mulilleros’. De esta chirigota cuenta una historia de las que ya no se ven en el Carnaval. “Era un niño y me trataron como a un rey. Recuerdo que teníamos ensayos generales todos los días y borraron uno para ir a mi casa a cantarle a mi padre, que estaba malo. Y eso que venían de un primer premio”.
Por ello, se muestra muy satisfecho en la chirigota del Cascana por el ambiente que la rodea, muy diferente al del resto de agrupaciones. “Los autores expulsan a componentes por meter a otros independientemente de no faltar a los ensayos o ser más o menos simpático. También está el abandono de los componentes. Antes se respetaban más los grupos, había más familiaridad, como en este grupo”.
A pesar de encontrarse totalmente adaptado al grupo del Cascana, McGregor se encontraba preocupado antes de la actuación de anoche por un catarro que lo ha tenido varios días sin dar su voz lo mejor de sí. “Me intranquiliza mi estado porque he tenido la voz tomada y no llegaba a las notas. Han contado conmigo un no quiero fallarle a ellos”.
Con todo, McGregor le agradece a su chirigota la acogida. “Me han dado mucho cariño los chavales y estoy muy a gusto”. Retwiteando, voy retwiteando…
