El proceso para el posible cambio de nombre del Colegio Público La Inmaculada de Cádiz se está encontrando con algunas polémicas, fundamentalmente, por el hecho de suprimir esta referencia religosa.
Ahora, Marea Verde Cádiz muestra respaldo a la autonomía del Colegio La Inmaculada en Cádiz para decidir sobre un cambio de nombre del centro.
Este movimiento comprometido con la educación pública y los derechos de las comunidades educativas base este respaldo en el respeto al procedimiento democrático llevado a cabo por el propio centro y recogido en la normativa vigente. La iniciativa, según Marea Verde, surge como una expresión legítima del sentir mayoritario de la comunidad escolar y refleja valores de inclusión, participación y coeducación.
El cambio de nombre comenzó a gestarse hace aproximadamente dos años, cuando el equipo de Coeducación del CEIP La Inmaculada propuso en el Consejo Escolar sustituir el nombre del centro al considerar que no se alineaba con los principios coeducativos promovidos en la actualidad. La propuesta fue discutida en un Consejo Escolar, en el que se aprobó por amplia mayoría, contando con numerosos votos favorables y algunas abstenciones. Este proceso se ha desarrollado dentro del marco administrativo regulado por las normativas de la Consejería de Educación de Andalucía, garantizando la transparencia y legitimidad de cada paso, recuerdan desde Marea Verde.
El procedimiento, calificado como “intachable“ por el servicio de inspección educativa de la Delegación de Educación de Cádiz, evidencia el rigor con el que el centro ha tratado esta cuestión. Según Marea Verde, este es un ejemplo del compromiso de la comunidad educativa con los valores democráticos y constructivos.
Controversias y ataques en redes sociales
A pesar de que el proceso se ha desarrollado dentro de la legalidad y con un enfoque participativo, la iniciativa ha generado una respuesta crítica por parte de ciertos sectores en redes sociales. Marea Verde denuncia lo que considera una “campaña lamentable“ por parte de algunos grupos que buscan boicotear el cambio de nombre. Estos ataques, que se enmarcan dentro de una estrategia más amplia para desacreditar iniciativas progresistas, incluyen comentarios despectivos y propuestas que, según el colectivo, rayan en lo ofensivo. Ejemplos de estas propuestas incluyen nombres como “Colegio Cid Campeador“ o “Francisco Franco, Caudillo de España“, así como afirmaciones que mezclan cuestiones religiosas, advirtiendo que «La Inmaculada Concepción castigará a los promotores del cambio».
Para Marea Verde Cádiz, este tipo de manifestaciones representan una resistencia ideológica anclada en un pasado que contraviene los principios de respeto y pluralidad necesarios en una sociedad democrática. El colectivo recalca que la libertad de decisión de las comunidades educativas es un pilar fundamental para avanzar hacia una educación más inclusiva y moderna.
Cambios de nombre en otros centros educativos
El caso del CEIP La Inmaculada no es un hecho aislado en la provincia de Cádiz. Otros centros educativos han acometido procesos similares de cambio de nombre en los últimos años. Entre ellos se encuentran el CEIP María Valle y el CEIP Juan Carlos Aragón, que realizaron estos cambios en línea con las decisiones adoptadas por sus respectivas comunidades escolares. Estos precedentes refuerzan la legitimidad de la iniciativa del CEIP La Inmaculada, al demostrar que este tipo de acciones son prácticas comunes y aceptadas cuando responden a un consenso democrático.
Marea Verde Cádiz considera que estos cambios, lejos de ser polémicos, representan avances significativos hacia la construcción de entornos escolares más inclusivos, en los que se reflejen valores de igualdad, diversidad y respeto mutuo.
En su comunicado, Marea Verde también cuestiona la actitud de aquellos que critican el cambio de nombre, señalando su aparente indiferencia frente a problemas mucho más graves que ha enfrentado el CEIP La Inmaculada en el pasado. El colectivo recuerda que, durante años, el colegio estuvo en riesgo de desaparecer debido a las políticas de recortes aplicadas por la Delegación de Educación. Estas políticas contemplaban medidas como la creación de aulas mixtas con alumnado de distintas edades, lo que generó una gran incertidumbre entre el equipo docente y las familias.
