La XXII edición del Festival de Música Española de Cádiz, que tendrá lugar del 15 al 24 de noviembre de 2024, ofrecerá una programación ambiciosa con más de 35 conciertos repartidos por los espacios más emblemáticos de la ciudad. Este año, el festival se consolida como una de las citas culturales más importantes de Andalucía, no solo por la cantidad de eventos, sino por su capacidad de atraer a grandes nombres de la música española y de fusionar lo histórico con lo contemporáneo.
Durante diez días, Cádiz acogerá un extenso programa de actividades que incluirán veinte composiciones de estreno absoluto y cinco espectáculos interdisciplinarios, concebidos exclusivamente para esta ocasión, lo que refuerza su papel como un epicentro cultural que mira tanto hacia el pasado como hacia el futuro de la música.
La consejera de Cultura y Deporte, Patricia del Pozo, ha subrayado en la presentación del evento la relevancia que tiene este festival para Cádiz y para la música española en general, calificándolo como “una de las grandes citas anuales de la música en nuestro país”. Este festival, añadió Del Pozo, convierte cada año a la ciudad gaditana en “la gran capital de la música española” gracias a la participación de destacados creadores e intérpretes del panorama nacional, tanto en su vertiente histórica como en la más vanguardista.
Uno de los aspectos más llamativos de esta edición es la cuidada programación que, como en años anteriores, combina la recuperación de repertorios históricos con las propuestas musicales más innovadoras. Este año, el festival rinde homenaje a la música medieval con la actuación del grupo Artefactum, que celebra su 30 aniversario con un concierto que inaugurará el certamen el viernes 15 de noviembre. Además, la Camerata L’istesso Tempo, bajo la batuta de Tomás Garrido, y el Cuarteto Vandalia con su homenaje a Góngora son otros de los nombres destacados en este recorrido por la música histórica.
A la vez que celebra lo tradicional, el festival mira hacia el futuro con propuestas que abren nuevos caminos para la creación musical. Un ejemplo de ello es el estreno de obras de compositoras dentro del Taller de compositoras, un programa pionero en España que este año estará protagonizado por la violista Cecilia Bercovich y el pianista Javier Negrín. Asimismo, el Ensemble Taller Sonoro presentará las obras de jóvenes compositores seleccionados por la Cátedra Manuel de Falla, que cada año impulsa a nuevos talentos del panorama musical.
La programación del festival también estará marcada por un homenaje al compositor gaditano Manuel de Falla, quien inspira esta edición del certamen. La Orquesta Bética de Cámara, fundada por Falla hace cien años, y la cantaora Esperanza Fernández cerrarán el festival con una interpretación de la obra «El amor brujo» en el Gran Teatro Falla, uno de los eventos más esperados del programa.
Este festival, que cuenta con un fuerte componente histórico, también ofrece espacio para las nuevas generaciones de artistas. Entre ellos destacan figuras emergentes como la soprano Aurora Peña, la ganadora del Concurso Nuevas Voces de Sevilla Paula Ramírez, y el Pochettino Quintet, que representa el talento joven de la Orquesta Joven de Andalucía. La programación equilibra de forma perfecta la inclusión de artistas consagrados y nuevos intérpretes, mostrando un panorama diverso y completo de la música española.
Un festival inclusivo y multidisciplinar
El Festival de Música Española de Cádiz se distingue también por su carácter inclusivo, con actividades para todas las edades y públicos. Además de los conciertos, el festival ha programado diversos espectáculos interdisciplinarios que combinan la música con otras formas de arte. El espectáculo “Toíto se vende”, que tendrá lugar en el Mercado Central de Abastos, es un claro ejemplo de este enfoque multidisciplinar. Esta propuesta, basada en los cantes de la venta ambulante, une música, dramaturgia y coreografía en un formato innovador.
Otra de las apuestas destacadas será la actuación de La Perra Blanco, una de las grandes exponentes del rockabilly a nivel internacional, que actuará el sábado 23 en un concierto que promete ser uno de los momentos más emocionantes del festival. Estas actividades se complementarán con talleres y eventos paralelos, dirigidos especialmente a un público infantil y familiar, con el objetivo de atraer a nuevos espectadores y promover la cultura musical entre los más jóvenes.
La concejala de Cultura del Ayuntamiento de Cádiz, Maite González, destacó en la presentación del festival que este evento es “una de las grandes citas de la programación cultural de otoño en Cádiz”, junto a otros festivales emblemáticos como Alcances, el Festival Iberoamericano de Teatro o el Festival de la Novela Negra. Según González, el festival “contribuye a posicionar a Cádiz como una ciudad culturalmente activa y comprometida con el arte y la música”.
El festival se celebrará en una docena de espacios emblemáticos de la ciudad, como el Gran Teatro Falla, la Sala Central Lechera, la Casa de Iberoamérica y el Edificio Constitución 1812 de la Universidad de Cádiz, entre otros. Esta distribución permite que tanto los gaditanos como los visitantes puedan disfrutar de la música en distintos lugares, en una experiencia que conecta el arte con el patrimonio histórico y cultural de la ciudad.
El segundo fin de semana del festival estará marcado por una amplia variedad de estilos musicales. Desde el folk hasta el rock, pasando por la música africana y el flamenco, Cádiz será el escenario de una fusión de sonidos y culturas. Entre los eventos más destacados se encuentra el concierto del músico senegalés Momi Maiga, quien ofrecerá su espectáculo el viernes 22 de noviembre, aportando al festival una muestra del patrimonio compartido entre España y África.
Ese mismo día, el Teatro Falla acogerá la obra Amadora, un proyecto de la cantante Miren Iza (Tulsa) y la dramaturga María Velasco, que recientemente ha sido galardonada con el Premio Nacional de Escritura Dramática. Este cruce de caminos entre la música y el teatro es una de las apuestas más singulares del festival.
El festival no solo ofrece música en directo, sino que también propone espacios para la reflexión y el diálogo en torno a la creación musical. En este sentido, el ciclo La Duda Metódica será uno de los espacios más interesantes, donde creadores e intérpretes podrán compartir sus ideas y procesos creativos con el público asistente.
Por otro lado, las Mediodías del Festival en el Baluarte de la Candelaria ofrecerán un punto de encuentro para los asistentes los fines de semana. Este espacio funcionará como un lugar de descanso entre conciertos, donde el público podrá relajarse y disfrutar de charlas o sesiones de DJ en un ambiente más distendido.
