‘No Pisar’: El cortometraje que muestra el grito ciudadano contra el exceso de turistificación en Cádiz

El corto de Rocío Sepúlveda está entre las obras presentadas al Festival Notodo Film Fest. Denuncia de las consecuencias del exceso de turistificación en ciudades como Cádiz

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El fenómeno de la turistificación está atacando duro a Cádiz. En una ciudad pequeña, con un espacio limitado y una población menguante desde hace más de tres décadas, la proliferación de viviendas turísticas ha agravado la crisis habitacional. SIn mucho mercado de viviendas de alquiler, el precio sube a puntos donde la propia población de la ciudad no puede hacer frente a él y se tiene que marchar de sus casas, de sus barrios. De su ciudad.

El debate lleva años en la ciudad, pero se ha intensificado en los últimos meses. Y a ese debate llega una nueva aportación en forma de cortometraje: No Pisar, dirigido por Rocío Sepúlveda, que retrata el descontento y la forma de tratar resistencia de quienes ven cómo la ciudad se transforma en un parque temático del que la gente de Cádiz va quedando fuera.

El cortometraje, escrito y dirigido por Rocío Sepúlveda, cuenta con un equipo creativo que ha logrado capturar la esencia de Cádiz. La dirección de fotografía, montaje corre a cargo de Delia Márquez,y está interpretado por Ana Janer (Bea), Susana Rosado (su compañera de trabajo) y Sonia Serrano (Margari). La música original, compuesta por Dobemol Producciones, y el diseño sonoro de Pepe Aguirre completan una atmósfera que combina el drama con toques de humor. Además, la dirección de producción y artística de Leo Jiménez aporta un enfoque visual que resalta el contraste entre el Cádiz tradicional y el impacto del turismo masivo.

'No Pisar': El cortometraje que muestra el grito ciudadano contra el exceso de turistificación en Cádiz
Las tres protagonistas del corto ‘No pisar’. Foto: Youtube.

Rocío Sepúlveda, recientemente premiada en Festival de South International Series, ha presentado este trabajo en el prestigioso Festival Notodo Film Fest. No Pisar destaca tanto por su mensaje como por su formato. Este certamen, creado por Javier Fesser, se ha consolidado como un referente nacional del cine breve, con obras que no superan los 3 minutos y medio. En esta edición, el jurado está presidido por el reconocido director de cine Juan Antonio Bayona, acompañado por destacados profesionales del sector como Laia Costa, Javier Fesser, Elena Martín Gimeno y Jaume Ripoll.

A pesar de llevar tan solo dos días en la plataforma del concurso desde su estreno el pasado viernes, No Pisar ya se ha situado como el segundo corto con más reproducciones entre los más de 500 trabajos presentados este año, reflejando la relevancia y el impacto de su mensaje entre el público. La gala de entrega de premios se celebrará en diciembre, donde se reconocerán categorías como mejor guion, dirección y talento español. Aunque el objetivo principal de Sepúlveda era disfrutar del proceso creativo y dar visibiliada a una problemática actual y diaria en Cádiz.

Puedes ver el cortometraje completo aquí:

También está disponible en la página del festival en el siguiente enlace: No Pisar en Notodo Film Fest.

Una lucha diaria convertida en denuncia artística

No Pisar sigue a Bea, una camarera de piso que atraviesa a duras penas la calle Ancha y va por otras calles del centro de Cádiz, donde el paisaje ha cambiado drásticamente, con tiendas de toda la vida como la Frutería Rafael cerradas, sustituidas por franquicias. Mientras, las viviendas tradicionales se van convirtiendo en pisos turísticos, inaccesibles para la ciudadanía gaditana

La frustración de Bea se canaliza a través de pequeños gestos simbólicos en los apartamentos turísticos donde trabaja. Coloca regalitos —cabezas de gambas, tabasco o pequeños recuerdos de su gato— para incomodar a los huéspedes. Conversaciones con su compañera y su jefa revelan cómo los problemas de vivienda han forzado incluso a Margari, la encargada, a abandonar Cádiz por no poder pagar un alquiler. El desenlace sorprende al espectador con una reacción de Margari, pero no haremos spoiler.

La obra no parte desde la turismofobia, como subraya Rocío Sepúlveda, sino de la reflexión. Tal y como señala Sepúlveda, “tratan de reducirlo todo a turismofobia, que nada tiene que ver con el deseo de la gente de poder vivir en su propia ciudad“. “No es turismofobia, yo no odio el turismo para nada y soy totalmente partidaria de que venga gente a pasar sus vacaciones, a hacer turismo, igual que lo hago yo en otras ciudades. Yo me considero bastante respetuosa, yo me considero viajera, no turista. No hay que confundir ni utilizar ese arma“, afirma.

'No Pisar': El cortometraje que muestra el grito ciudadano contra el exceso de turistificación en Cádiz
La gaditana Rocío Sepúlveda, recientemente premiada en el Festival South de Series. Foto: Eulogio García.

Pero matiza que “hay dos conceptos baratos que son turismofobia y que es lo que da de comer, que vivimos del turismo. Son dos conceptos erróneos y que se utilizan para seguir tapando una realidad, que es que nos están echando de nuestras ciudades“. Por ello, afirma que no hay que confundir con lo que realmente se reclama que “es hay que controlar y hay que legislar esta invasión turística que está llevando a no poder vivir en tu ciudad porque no se puede alquilar“.

Cádiz: entre el turismo y la supervivencia

La situación que denuncia No Pisar está respaldada por datos y las sensaciones y conversaciones del día a día en las calles de Cádiz. Primero, porque (como refleja la primera escena del corto) es casi imposible pasar por muchas calles, comprar o pasear… Todo el mundo recuerda las colas en el Manteca, por ejemplo, que reflejan ese secuestro de los comercios locales para los visitantes. Pero los datos de las viviendas de uso turístico son demoledores.

Según la plataforma Cádiz Resiste, en la ciudad ha llegado a haber registradas unas 2.500 viviendas de uso turístico (VUT), cifra que la convierten en la capital andaluza con más VUT por habitante. Sin embargo, gestores del sector señalan que el número real oscila entre 1.500 y 1.600, debido a registros desactualizados. El propio Ayuntamiento está solicitando a la Junta de Andalucía la anulación de licencias que no cumplen la normativa municipal.

Sin embargo, la proliferación de pisos turísticos ha duplicado los precios de los alquileres desde 2011, según Idealista. La oferta de alquiler residencial se ha reducido al mínimo, obligando a la propia gente de Cádiz a abandonar su ciudad o vivir en condiciones precarias.

Los casos se acumulan. En el barrio del Pópulo, la histórica pastelería ubicada en uno de sus rincones más emblemáticos cerrará próximamente, uniendo su destino al de otros negocios locales que han desaparecido por el empuje del turismo. En La Viña, Juanma y Conchi, tras 30 años viviendo en la calle Pasquín, recibieron un aviso de desahucio debido a la reconversión de su vivienda en un alquiler turístico.

El caso de María, una vecina de 87 años del Pópulo que casi pierde su vivienda por la especulación inmobiliaria, conmocionó a la ciudad y puso de nuevo el foco en el problema, generando un amplio e intenso debate. Finalmente, la Fundación Cádiz CF compró la casa y le permitió quedarse como inquilina mientras viva, una solución que no llegó de las políticas públicas, sino de iniciativas privadas.

“Algo habrá que hacer“

Ante la inacción municipal que denuncian colectivos como Cádiz Resiste se está realizando movilizaciones para visibilizar el problema. Una gran manifestación bajo el lema “Si nos echan de los barrios, paramos la ciudad“ reunió a cientos de gaditanos que exigieron medidas contra la turistificación el pasado 29 de octubre.

El Ayuntamiento respondió suspendiendo la concesión de licencias para nuevas viviendas turísticas en el centro histórico, pero Cádiz Resiste calificó la medida de “cosmética“. Siguen exigiendo controles más estrictos, sanciones a los pisos ilegales y la implementación de una tasa turística cuyos beneficios se destinen a mitigar el impacto en los barrios.

‘No Pisar’: Un reflejo de las calles gaditanas

El cortometraje de Rocío Sepúlveda ha logrado capturar el pulso de la ciudad. Con su enfoque artístico y sus toques de humor, pese a todo. La obra pone el foco en el sentimiento colectivo de una población que lucha por no ser expulsada de su tierra. El mensaje de Bea, “Nos están echando de nuestras ciudades, y nosotros tan tranquilos“, resume la situación a la que se enfrenta Cádiz.

Sin caer en el rechazo al turismo, en la turismofobia, No Pisar pide control y equilibrio. La lucha no es contra los visitantes, sino contra un modelo que prioriza el beneficio económico a corto plazo sobre la habitabilidad y la identidad cultural.

Un futuro por decidir

Cádiz, como otras ciudades afectadas por la turistificación, se encuentra en una encrucijada. La resistencia ciudadana, reflejada en obras como No Pisar y en plataformas como Cádiz Resiste, es un recordatorio de que las ciudades deben ser para quienes las habitan. Y desde el Ayuntamiento, que fue vanguardia en el intento de controlar esta excesiva proliferación, ahora solo se ven medidas con las armas que dejó el anterior Gobierno mientras consistorios de su mismo partido, el PP, como Sevilla o Málaga dan pasos más ambiciosos para tratar de frenar esta sangría que viven las ciudades.