Ricardo Portabales Jr: «La Operación Nécora fue un montaje que destrozó mi vida y la de mi familia»

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Foto: Europa Press.

CÁDIZDIRECTO.- La siguiente introducción literaria refresca una historia rodeada de interrogantes y mentiras: «Era el año 2011 cuando volvió  a mi memoria la Operación Nécora, aquella con un juez montado en helicóptero y con cientos de agentes de la Policía Nacional a sus órdenes. Baltasar Garzón, a quien la prensa del momento denominó el juez estrella, comenzaba su espiral de popularidad que incluso lo llevó a ser reclamo político del PSOE. Luego, azote de estos.

Veinte años después el destino ponía frente a mí al principal testigo de cargo que, junto con el Juez Garzón, iba a acabar con el coladero de droga que suponía para Europa la Galicia de la década de los ochenta y noventa.

Sin las declaraciones de Ricardo Portabales en las que inculpaba a los detenidos -y posteriormente acusados- no hubiese existido Operación Nécora. La instrucción llevada a cabo por el Juzgado nº 5 de la Audiencia Nacional fue un fracaso. En el macro-juicio llevado a cabo en la Casa de Campo en Madrid las contradicciones y la falta de pruebas reales dejaron en la calle a la gran mayoría de los acusados.

Las mentiras de Portabales no fueron suficientes para condenar a los principales acusados. Estas declaraciones “falsas” fueron inducidas por altos cargos de la administración del momento y del propio Juez, según nos contaba el Sr Portabales en las agendas que escribió durante el proceso de instrucción, que obran en mi poder, y así lo corroboraban.

“El testigo protegido más famoso de la historia de España”, manera en la que se describieron el mismo y la prensa. Paradójico ser un testigo protegido y a la vez famoso. Hizo incluso burdas apariciones televisivas, ataviado, en ocasiones, con un disfraz.

El personaje parece sacado de una ficción literaria o cinematográfica, lo más sorprendente de todo es que en la vida real se comportaba de igual manera. Han sido meses los que él estuvo viviendo en Cádiz y lo que va a leer en este libro a buen seguro que le van a sorprender.

Todas las guerras, sean bélicas o de intereses, tienen daños colaterales. En este caso su familia. Niños sacados de su entorno para ser trasladados a Madrid y vivir bajo protección policial. En algunos casos una protección policial un tanto sorprendente.

Las secuelas psicológicas que dejaron en su familia no han sido todas superadas. Lo más sangrante de todo es el olvido que ha sufrido es este núcleo, sobre todo su mujer, que fue puesta en la calle por el Ministerio del Interrior cuando ya no servía. Su hijo, con el mismo nombre que el padre, Ricardo, no ha cejado en su empeño para que se sepa la verdad de lo sucedido. Los intereses, las mentiras, los juegos de poder entre editores… Los únicos perjudicados: su familia». Ahora, Ricardo Portabales Jr, el niño que sufrió en sus carnes todo el proceso, cuenta la versión de sus recuerdos.

-¿Quién es Ricardo Portabales hijo?

-Ricardo Portabales hijo es una víctima de una operación contra el narcotráfico y de unos testimonios falsos y preparados tanto por la Policía del momento como por quien llevó la instrucción del caso. Considero que existía el conocimiento del poder político de entonces. Afectó tanto a mí como a mi familia.

(Según su versión, Portabales hijo a día de hoy lucha por una madre y hermanos después de entregar sus vidas por su país y ser desahuciados por el Gobierno. Él denomina a la operación: “Chapuza Necora”. Pues el gobierno abandonó a su familia a su suerte y se vio en la obligación de defenderla).

-Ha pasado tanto tiempo que quizás haya quien no conozca qué fue la Operacion Nécora, ¿qué papel jugó su padre en ella?

-Por lo que yo viví, mi padre sólo fue una marioneta en manos de la Policía y del juez Baltasar Garzón en una supuesta operación contra el narcotráfico en Galicia.

-¿Es cierto que todo fue una “estafa”? Como afirmó su padre en un medio de comunicación en 2011

– Considero que sí, tanto por lo que vi en casa como por lo que dejó escrito mi padre. Sinceramente, y con la edad que tengo hoy en día, creo que fue una estrategia social y política para tapar algunos trapos sucios que se llevaban a cabo en aquellos años

-¿Quiénes fueron los principales artífices de ese teatro?

– Todo empezó con el juez Varela, siguió Garzón, Felipe González, Barrionuevo, Vera, Solchaga y todo el equipo al completo de la era felipista. Luego siguió manteniendo el juego Aznar, y posteriormente Zapatero. También, el Ministerio del Interior, al frente Alfredo Pérez Rubalcaba, que puso ya fin y desahució, de una vez por todas, a la familia Portabales.

¿Cómo le afectó a usted y a su familia lo acontecido?

Imagínese de una vida normal, de adolescente, en mi tierra, a salir escoltado rumbo a Madrid. Y allí, vivir rodeado de agentes que incluso, algunos, cuando mi padre flaqueaba, hacían fuertes ruidos con los motores en la residencia familiar.

 

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Los recuerdos de Ricardo se detienen cuando oye la grabación de aquella noche. «Mis hermanos pequeños dormían, mi padre acababa de decidir que dejaba de colaborar con la justicia». Al parecer solicitaba «cosas», no sólo dinero, y al no llegar nada de lo acordado: «Lo mandó todo a tomar por culo». Hubo gente a la que acusó sin conocer, sin haber visto jamás su cara. Entonces, «desde arriba» exigieron que amenazaran a la familia Portabales. Una madrugada entera en la que los escoltas golpearon la puerta del garaje. Arrancaron y aceleraron los coches. «Cualquier técnica para que pasáramos miedo».

-¿Transcurridos los años que queda en su memoria de aquellos años?

Todo. No quiero pensar que me han dejado loco, ni mucho menos, pero si me han jodido la vida, la mía y la de mis hermanos. Y, sobre todo, la de mi madre, y ‘ellos’, entretanto, se han lavado las manos.

-¿Quiénes son ellos?

Los de arriba. La Audiencia Nacional, Ministerio del Interior y fundaciones o asociaciones de lucha contra el narcotráfico. Y yo, mientras, mirando siempre hacia atrás. No te digo nada de cómo son las pesadillas que tengo de noche… Ningún abogado quiere meter mano, me reuní con varios y todos me dicen: «Es un caso que me supera. Muy difícil.  No lo quiero tocar Ricardo». Por eso lucho.

-¿Qué relación mantiene ahora con su padre?

Ninguna, es tan culpable como todos. Se sirve de los mismos intereses de los que se sirven arriba.

-Sobre qué trata su libro.

He intentado aclarar lo que fue para mi la Operación Nécora y lo que escuchaba siendo un niño, no tan niño, desde los 16 años no paré de vivir entre mafiosos.  Es lo que considero. Pero también entre buenos Policías y políticos. Así como un batallón de periodistas, he conocido a cientos. Porque sabe usted, hay de todo ahí arriba. Por tanto, espero añadir un poco de luz y que la gente sepa mi historia.