«Por favor Teófila, déjenos tener dignidad»
Por favor Teófila, déjenos tener dignidad y poder llevarle de comer a mis dos hijas. Estas fuerón las palabras de una de las intervinientes en el turno de palabra del público.
Inmaculada acudió de nuevo al Ayuntamiento. Otro lunes más. Comienza a ser rutina. Pidió para ella, para sus compañeros y sus familias, que viven el drama del desempleo, que carecen de una licencia para vender los domingos en la avenida Gómez Ulloa.
Inmaculada acudió de nuevo al Ayuntamiento. Otro lunes más. Comienza a ser rutina. Pidió para ella, para sus compañeros y sus familias, que viven el drama del desempleo, que carecen de una licencia para vender los domingos en la avenida Gómez Ulloa.