Nuevo golpe para la hostelería de Cádiz. Este domingo, tal y como ha adelantado Diario de Cádiz, se ha conocido la muerte a los 72 años de Pepe Parrado Grimaldi, conocido hostelero de la ciudad que ha fallecido a causa de un infarto mientras se encontraba de viaje en Tenerife. Una pérdida que se suma a la de Pablo Grosso, fallecido también esta misma semana en similares circunstancias, cuando se encontraba de vacaciones en Tailandia.
Natural de Medina, Pepe Parrado ha tenido a lo largo de su dilatada trayectoria varios negocios en la ciudad, pero más que por un local en concreto es principalmente conocido por una de sus especialidades, los caracoles. Un producto que ha elaborado durante más de medio siglo y que en temporada protagoniza la carta del bar Mari y Jose, el negocio que regentaba en la avenida María Auxiliadora.
Parrado comenzó en la hostelería siendo apenas un niño, con once años, en la ya extinta cafetería La Bella Sirena, en la calle Lázaro Dou. En 1974 inició su primera experiencia al frente de un local, el bar Trille en la calle del mismo nombre. Cinco años después la receta de los caracoles de Pepe Parrado llevó al éxito al bar Nebraska, que años después cedería a su hermano Juan Antonio.
En 1986 abrió frente al colegio de Salesianos junto a su esposa, Antonia Blanco, Jesús Macías y su hermano Pedro el bar Mari y Jose, convertido actualmente en uno de los templos del gasterópodo en Cádiz. También estuvo implicado en la apertura del bar La Noria junto a otro de sus hermanos, Salvador, además de La Glorieta y el bar del colegio de Salesianos.
El bar Mari y Jose se basa en una cocina tradicional y es especialmente popular en la época de caracoles. En su carta pueden encontrarse tapas, medias raciones y raciones, con una amplia variedad de productos que van desde platos fríos como las ensaladas, chacinas o la ensaladilla a revueltos, pescados y carnes. También cuenta con tostas, platos combinados y bocadillos. Una oferta variada pero en la que los caracoles con la receta especial de Pepe Parrado cuentan con un lugar destacado.
El hostelero fue también consejero de la Federación de Hostelería de Cádiz (Horeca) durante varios años. A los 72 años, y mientras disfrutaba de unas vacaciones en Tenerife, un infarto fulminante ha puesto fin a su vida. Descanse en paz.