El verano es una época de pocas lluvias y mucho consumo de agua potable, por lo que el descenso en los niveles de agua embalsada suele ser habitual. Pero en el contexto actual de sequía, el descenso que se ha producido en la reserva de agua de los pantanos de la provincia es alarmante.
El aumento de la población por la llegada de visitantes, el mayor consumo de agua para duchas y consumo y la nula presencia de precipitaciones llevan a que se reduzcan estos datos. Además del descenso global en la provincia, ¿sabes en qué pantanos ha bajado más la reserva de agua?
El nivel de agua embalsada en los pantanos de la provincia de Cádiz ha pasado de un 28,87 por ciento el 22 de junio a un 21,92 por ciento el 22 de septiembre septiembre, lo que representa una pérdida de siete puntos del global de la capacidad pero la perdida de casi la cuarta parte del agua embalsada a comienzos del verano. Con una capacidad total de 1.821 hectómetros cúbicos (hm³), las reservas han disminuido de 526 hm³ a 399 hm³ que ha afectado a todos los embalses de la provincia.
Algunos embalses han sido más afectados que otros. El embalse de Calemín, con una pérdida del 51,42 por ciento desde junio, es el más perjudicado. Otros embalses medianos como Zahara-El Gastor y Bornos han perdido más del 30 por ciento de su capacidad en estos meses. Incluso embalses mayores, como Guadalcacín, que es el mayor de la provincia, han visto una disminución considerable del 15,52 por ciento.
La evolución de la capacidad embalsada en Cádiz a lo largo de la última década muestra un patrón de descenso continuo. En 2015, los embalses terminaban el verano con una media del 64 por ciento de capacidad, lo que ya era un indicio preocupante. A lo largo de los años, esa cifra ha ido bajando paulatinamente. En 2020, los embalses cerraban el verano con un 37,75 por ciento, y ahora, en 2024, la capacidad ha caído hasta el 21,92 por ciento, la segunda cifra más bajas de los últimos diez años.
A día de 24 de septiembre, embalses clave como Barbate están al 11,62 por ciento de su capacidad, mientras que Zahara-El Gastor está en el 11,02 por ciento, lo que plantea una situación crítica. Estas cifras subrayan la vulnerabilidad de la provincia frente a la escasez de agua, un recurso vital para el suministro agrícola y urbano.
Durante los últimos nueve días, entre el 9 y el 22 de septiembre, los embalses han registrado una pérdida adicional de 0,8 puntos porcentuales, reflejando un descenso continuado que las ligeras lluvias de la pasada semana ha aliviado aumentado un 0,05 por ciento de agua a las reservas. En este mapa se puede observar el estado actual de los pantanos de la provincia de Cádiz.