Es difícil ser más irresponsable. Más que irresponsable era una bomba al volante. Un conductor ha sido detenido esta madrugada en Cádiz quintuplicando la tasa de alcoholemia permitida después de haber provocado un accidente y darse a la fuga.
Un dechado de virtudes y responsabilidad. Y no era precisamente una chaval: 49 años contemplan a la criatura, que ha sido puesto a disposición judicial. Y no ha sido el único caso este fin de semana.
Pocas veces se concentran tantas imprudencias en un espacio de tiempo tan reducido. En la pasada madrugada (del sábado al domingo 28 de julio), un vehículo colisionó por alcance con otro en la entrada de la ciudad.
El turismo del posteriormente detenido golpeó al coche que circulaba delante, dejando a las dos personas que lo ocupaban heridas leves.
El conductor, lejos de auxiliar a los afectados, emprendió la huida, pese a que dijo que iba a parar unos metros más adelante. Gracias a la rápida intervención de la Policía Local, el fugitivo fue interceptado poco después, a la altura del Pabellón Ciudad de Cádiz, ya que los daños en el vehículo tras el accidente le impedían circular.
Los agentes le realizaron al conductor la prueba de alcoholemia. Esta arrojó un resultado de 1,14 miligramos por litro, cinco veces la permitida (0,25) y también la que es considerada como delito: 0,60. De este modo, los agentes lo denunciaron por un delito contra la seguridad vial por conducir bajo los efectos de las bebidas alcohólicas.
Pero este no ha sido el único caso de condución temeraria este fin de semaba. El viernes por la noche, un agente de paisano observó a un joven conduciendo una motocicleta de manera temeraria y poniendo en riesgo a los viandantes. Tras una breve persecución, la Policía Local logró detener al menor, que resultó ser un adolescente de 15 años sin permiso de conducir y que, además, había sustraído la motocicleta.
Y como si esto fuera poco, el sábado por la mañana, otro conductor fue sorprendido circulando de manera errática por las calles de Cádiz bajo los efectos del alcohol.
Un llamada ciudadana alertó a la Policía de que un vehículo conducía de forma errática por la calle Concepción Arenal.
La Policía Local pudo interceptar el vehículo y le realizó al conductor la prueba de alcoholemia. Esta arrojó un resultado de 0,75 miligramos por litro, triplicando la permitida y también la que es considerada como delito de 0,60.