CÁDIZDIRECTO/Daniel Martínez.- El 30 de agosto de 1987 debutó en el Cádiz un futbolista de los más legendarios que han vestido la camiseta amarilla. Carmelo José Navarro Careaga, apodado Beckenbauer de la Bahía durante su época como jugador cadista, forma parte de la historia de oro del equipo gaditano, que llegó a permanecer en Primera División durante ocho temporadas consecutivas entre las décadas de los 80 y los 90.
Se trata del futbolista del Cádiz que más partidos ha jugado en Primera División vistiendo la elástica cadista, en concreto 277. El protagonista se sorprendía al conocer la efeméride sobre su debut. «¡Treinta años ya! Una barbaridad cómo pasa el tiempo, si parece que fue ayer», señala Carmelo Navarro en sus primeras palabras a Cádiz Directo.
Nació en Murcia en 1959 y, aunque vivió su infancia en A Coruña, creció en El Puerto de Santa María, donde reside actualmente. En tierras gallegas dio sus primeras patadas al balón, pero tras mudarse su familia a la provincia gaditana se enroló en el Safa San Luis para jugar en categoría juvenil.
Después formó parte de las categorías inferiores del Portuense hasta llegar a debutar en el primer equipo en Segunda B en 1977. Con apenas 20 años se estrenó en Primera tras fichar por el Salamanca, pero tras no disfrutar de excesivo protagonismo se marchó al Betis y posteriormente al Recreativo. Las lesiones lastraron su trayectoria hasta que Víctor Espárrago, con quien había coincidido en el club onubense, lo rescató para el Cádiz en la campaña 1987-88. Debutó con la elástica amarilla con 28 años, convirtiéndose en un fijo para los distintos entrenadores que pasaron por el banquillo cadista.
Carmelo recuerda que «ya venía de vuelta de todo. Había estado dos años sin jugar al fútbol por el tema de las lesiones, pero tuve la suerte de que el Cádiz era un familia, había un grupo fantástico y cuidaba mucho de mí. Venía de la mano de Víctor Espárrago que para mí era muy importante porque el año anterior lo había tenido en Huelva».
Aquel 30 de agosto de 1987 formó parte del equipo titular que se enfrentó al Real Madrid en el Ramón de Carranza en el primer partido liguero. Los madridistas vencieron por cero a cuatro con goles de Hugo Sánchez, Butragueño, Gallego y Gordillo. El Cádiz salió de inicio con Jaro, Juan José, Carmelo, Chico Linares, Manolito, Calderón, Andrés Fernández, Francisco Castañeda, Montero, Cabrera y Mágico González. Curiosamente Espárrago no realizó ninguna sustitución durante todo el encuentro.
El defensa central apunta sobre su estreno con la elástica cadista que «fue un debut muy emocionante para mí porque volvía a mi tierra, a mis orígenes. Nunca había tenido la suerte de jugar en el Cádiz y estar defendiendo los colores del primer equipo de la provincia, así que imagínate. Es todo un orgullo y una satisfacción«, señala Carmelo.
A pesar del mal inicio, la temporada resultó exitosa hasta acabar en duodécima posición, la mejor clasificación de la historia del Cádiz en Primera División. Posteriormente jugó siete campañas más vestido de amarillo, para culminar su carrera en una última temporada en el Portuense, como agradecimiento al club en el que se había formado en sus inicios, antes de colgar las botas.
«Me siguen parando por la calle para hacerse fotos conmigo»
Sólo tiene palabras de agradecimiento por todo lo que le ha dado el Cádiz en su época como futbolista. «Siento un orgullo muy grande y una satisfacción inmensa haber estado en el primer equipo de la provincia y haber tenido la suerte de jugar tantos años seguidos. Y encima en Primera. La gente todavía recuerda todas las temporadas que estuvimos en Primera y hay muchos aficionados que lo añoran».
En ese sentido, reconoce sentir el cariño de los seguidores cuando se cruzan con él por la calle. «Lógicamente cada vez menos, pero me paran mucho por la calle. Cada vez que voy a Cádiz hay un montón de gente que se acuerda de mí, se quieren hacer fotos y enseguida que entras en cualquier sitio te reconocen. Yo soy muy feliz cada vez que voy a Cádiz y es un orgullo que después de treinta años se sigan acordando de ti», indica el protagonista.
Actualmente reside en El Puerto de Santa María, desarrollando su actividad profesional en la empresa familiar Vinagre de Yema. Obviamente sigue con atención todo lo que acontece en el Cádiz y considera que «la llegada de la nueva directiva le ha dado un salto de calidad a club».
Aunque como suele decirse popularmente, cualquier tiempo pasado fue mejor: «No estoy conforme con tantos cambios de plantilla de una temporada a otra, en mi época se cambiaba muy pocos jugadores, pero ahora el fútbol actual está así». Además, se muestra disgustado ante la ausencia de canteranos en la primera plantilla. «Me causa horror y no me gusta en absoluto que se haya perdido la cantera del Cádiz, con lo prolífera que era y la cantidad de jugadores que salían. El Cádiz tenía que haber seguido siendo un referente en el tema de cantera y es una pena porque se ha perdido, prácticamente no hay ningún futbolista nacido en Cádiz jugando en el equipo de la ciudad», se lamenta Carmelo Navarro, un mito que cumple 30 años de su debut en el Submarino amarillo.