Su nombre era Heather McManamy y en el año 2013 recibió una durísima cuando tras unos exámenes médicos le informaron que padecía un cáncer de mama terminal. La noticia le afectó, lógicamente, pues sabía que atrás dejaría a su marido y a su hija pequeña.
Pero el tiempo que le quedó de vida decidió aprovecharlo, a luchar, a disfrutar de cada minuto de la vida. Antes de morir dejó a su marido varias cartas en las que se despedía de todos sus seres queridos. De su contenido, emocionante, destaca:
«Bueno…, tengo buenas noticias y malas noticias. La mala noticia, al parecer, es que estoy muerta. La buena, si estás leyendo esto es que definitivamente tú no lo estás (a menos que haya wifi en el más allá). Así comenzaba la carta de despedida escrita antes de morir.
Sí, esto apesta. Esto es asqueroso más allá de las palabras, pero estoy tan malditamente contenta de haber vivido una vida llena de amor, alegría y amigos increíbles. Tengo la suerte de poder decir honestamente que no tengo ningún remordimiento y que gasté cada segundo de mi energía. He vivido una vida plena. Los amo a todos y gracias por esta increíble vida.
Sea cual sea la religión que te trae consuelo, estoy feliz de que la tengas. Sin embargo, respeto a todos aquellos que no son religiosos. Por favor, por favor, por favor, no le digáis a Brianna que estoy en el cielo.
En su cabeza eso significa que yo elegí estar en otro lugar y la abandoné. En realidad hice todo lo posible para estar aquí con ella ya que no hay ningún lugar en el mundo, NINGUNO, en que yo deseara estar que fuese a su lado y al lado de Jeff.
Por favor, no la confundáis y le hagáis saber por un segundo que es cierto porque yo estoy en el cielo. Estoy aquí, más no mi cochambroso cuerpo que se volvió en mi contra. Mi energía, mi amor, mi risa, esos recuerdos increíbles, todos, están aquí con vosotros. Por favor, no penséis en mi con lástima o tristeza. Sonreíd sabiendo que el tiempo que pasamos juntos fue INCREÍBLE.
Odio con toda mi alma poner tristes a las personas. Más que nada en el mundo me encanta hacer reír y sonreír a la gente, así que, por favor, en lugar de quedaros en lo trágico de mi historia, reíros y compartid las memoras que hicimos y con las que nos divertimos.
Por favor, contadle a Brianna historias para que ella sepa lo mucho que la quise y lo orgullosa que estaba y que siempre estaré de ella (y haced que parezca que era más guay de lo que en realidad era). No había cosa que me gustara más que ser mamá (nada). Cada momento con ella era una felicidad que jamás pude imaginar hasta que ella llegó a nuestro mundo.
Y no digo que perdí la batalla contra el cáncer, dado que el cáncer puede que se haya llevado casi todo de mí, pero jamás se llevó el amor, la esperanza o la alegría que tenía.
No fue una «batalla», fue simplemente la vida que azarosamente es injusta y eso es lo que simplemente pasa a veces. No perdí, jolines. La manera en que viví durante años con cáncer es algo que considero una gran victoria. Por favor, recordad eso.
Y lo más importante de todo, he tenido la increíble suerte de pasar más de una década con el amor de mi vida y mi mejor amigo, Jeff. El verdadero amor y las almas gemelas existen. Cada día me sentía llena de amor y alegría con Jeff a mi lado. Él es realmente el mejor marido del universo.
A pesar de toda esta mierda del cáncer, él nunca titubeó cuando mucha gente quiso salir corriendo. Incluso en los peores días que os podáis imaginar, hemos encontrado la manera de reírnos juntos. Lo amo más que a mi vida misma y, realmente, creo que un amor como este es tan especial que vivirá para siempre.
El tiempo es lo más valioso en este mundo y haber compartido mi vida durante tanto tiempo con Jeff es algo de lo que me siento muy agradecida.
Te quiero, Jeff. Creo que lo más impresionante es que Brianna es nuestro amor traído a la vida, lo cual es precioso. Me rompe el corazón tener que decir adiós. Si esto os hace sentir triste tanto como a mi, me vuelve a romper el corazón tener que decir adiós.
Si esto os hace sentir triste tanto como a mi, me vuelve a romper el corazón porque la última cosa que quiero es haceros sentir tristes. Espero que con el tiempo, podáis pensar en mi reír y sonreír porque, jolín, tuvimos una vida impresionante.
Si vais a la página de Google Physicist’s Eulogy, sabréis que es un hecho científico que siempre estaré con vosotros en alguna parte del camino. Sé que si os detenéis y miráis, estaré allí (en la manera menos espeluznante posible). Sois mi mundo y me encantó cada segundo que pasamos juntos, tanto que no lo puedo expresar con palabras.
Amigos, os quiero a todos y gracias por la vida tan maravillosamente inspiradora y genial que he tenido. Y gracias a todos mis increíbles doctores y enfermeras que se han tomado tantas molestias en cuidar de mí. No dudo de que mi equipo hizo todo lo que estaba en su mano.
Desde lo más profundo de mi corazón os deseo a todos mis amigos largas y saludables vidas y que podáis experimentar el mismo aprecio por el regalo de cada día.
Si vais a mi funeral, abrid una cuenta en el bar y bailad porque me hará sentir orgullosa. Celebrad la belleza de la vida con una súper fiesta porque sabéis que es lo que quiero y, aunque suene extraño, encontraré la manera de estar ahí también (ya sabéis que odio perderme algo divertido).
Espero volverme a encontrar con cada uno de vosotros algún día, así que esto no es tanto un adiós, sino un hasta luego. Por favor, hacedme un favor y tomad algunos minutos cada día para reconocer lo frágil que es la aventura de vivir. Y no lo olvides nunca: cada día cuenta«.
Heather murió con 36 años, sus cartas se han convertido en un fenómeno viral conmoviendo al mundo entero. Descanse en paz.
Existen otras cartas de despedida antes de morir como la del padre a su hija y si lo que busca es leer una carta de una madre pidiendole a sus hijos que disfruten de la vida.