El 11-S y el derribo de las Torres Gemelas de Nueva York sigue siendo motivo de controversia y polémica, máxime cuando, a pesar de los años transcurridos, siguen originando hechos extraños e, incluso, muertes.
Así es el caso de tres periodistas que trabajaban en un documental en el que se ponía de manifiesto la implicación del gobierno norteamericano en el derribo de las torres del WTC (World Trade Center) y que han fallecido en las últimas horas. Son el ex reportero internacional de la NBC, Ned Colt, el corresponsal de CBS News, Bob Simon, y el periodista del New York Times, David Carr.
Todo resulta muy extraño, así Bob Simon, de 73 años, el pasado miércoles fue asesinado en Nueva York en un accidente de tráfico, el jueves Ned Colt, de 58 años, por un derrame cerebral masivo,David Carr, de 58 años, de un colapso en la sala de redacción del New York Times.
Ellos tres más Brian Williams, quien debió renunciar a la NBC por mentir sobre una noticia de Irak, crearon una empresa independiente de noticias en vídeo y presentaron los documentos de seguridad necesarios que les permitiría acceso al archivo más secreto del Kremlin en relación con los atentados del 11 de septiembre de 2001, fue el presidente Putin quién dio la voz de alarma que se iba a divulgar dicha información.
Detrás de todo ello estaría el mismo presidente ruso, interesado en que se sepa esta ‘verdad’ y de la participación del gobierno de Estados Unidos y los servicios de inteligencia en los ataques del 11 de septiembre. Es una nueva versión de la ‘Guerra Fría’ y cuyo objeto oscuro de deseo era el control del petroleo y los intereses petroleros de Estados Unidos en el Medio Oriente así como sus empresas estatales, entre ellas las del entonces presidente George Bush y familia.
Los tres periodistas fallecidos consideraban lamentable la manipulación de la información en torno a este tema, quizás por ello se justifique desde el gobierno el controlar las informaciones de los medios de comunicación alternativos y se amenaza con ilegalizar aquellos sitios más osados con la información.
Es una nueva versión de la ‘Guerra Fría’ y cuyo objeto oscuro de deseo era el control del petróleo y los intereses petroleros de Estados Unidos en el Medio Oriente así como sus empresas estatales, entre ellas las del entonces presidente George Bush y familia.
Los tres periodistas fallecidos consideraban lamentable la manipulación de la información en torno a este tema, quizás por ello se justifique desde el gobierno el controlar las informaciones de los medios de comunicación alternativos y se amenaza con ilegalizar aquellos sitios más osados con la información.
El 11-S: ¿Una conspiración del gobierno de Estados Unidos?
Los atentados del 11 de septiembre de 2001 siguen siendo un tema controvertido, con teorías conspirativas que sostienen que el gobierno de Estados Unidos estuvo involucrado en los ataques.
Una de estas teorías se basa en la muerte de tres periodistas que trabajaban en un documental que cuestionaba la versión oficial de los hechos. Estos periodistas, Ned Colt, Bob Simon y David Carr, fallecieron en extrañas circunstancias en un corto período de tiempo.
La muerte de Ned Colt
Ned Colt era un ex reportero internacional de la NBC que tenía una larga trayectoria en el periodismo de investigación. En 2002, Colt publicó un libro titulado «The New Pearl Harbor», en el que cuestionaba la versión oficial de los atentados.
En 2015, Colt comenzó a trabajar en un documental sobre el 11-S junto a Bob Simon y David Carr. El documental, titulado «The Truth Behind 9/11», pretendía revelar nuevas pruebas que demostraban la implicación del gobierno de Estados Unidos en los ataques.
El 22 de noviembre de 2015, Colt fue encontrado muerto en su apartamento de Nueva York. La causa de la muerte fue un derrame cerebral masivo.
La muerte de Bob Simon
Bob Simon era un corresponsal de CBS News con una carrera de más de 50 años en el periodismo. Simon fue testigo de algunos de los acontecimientos más importantes del siglo XX, como la guerra de Vietnam, la guerra de Yom Kippur y la guerra del Golfo.
En 2015, Simon se unió a Colt y Carr en el proyecto del documental «The Truth Behind 9/11».
El 11 de febrero de 2016, Simon fue asesinado en un accidente de tráfico en Nueva York. El conductor del otro vehículo, un camión de basura, se dio a la fuga.
La muerte de David Carr
David Carr era un periodista del New York Times que se especializaba en cubrir el mundo de los medios de comunicación. Carr era un crítico feroz de la industria mediática y sus conexiones con el poder.
En 2015, Carr se unió a Colt y Simon en el proyecto del documental «The Truth Behind 9/11».
El 12 de marzo de 2016, Carr fue encontrado muerto en la sala de redacción del New York Times. La causa de la muerte fue un colapso cardíaco.
Las teorías conspirativas
Las muertes de Colt, Simon y Carr han sido objeto de numerosas teorías conspirativas. Algunos creen que los periodistas fueron asesinados por el gobierno de Estados Unidos para evitar que revelaran información comprometedora. Otros creen que fueron asesinados por grupos terroristas que querían impedir que el documental viera la luz.
Hasta el momento, no hay pruebas que respalden ninguna de estas teorías. Sin embargo, las muertes de estos tres periodistas han contribuido a alimentar la controversia en torno al 11-S.
¿Qué hay de cierto en estas teorías?
Es imposible saber con certeza qué sucedió con Colt, Simon y Carr. Sin embargo, es importante señalar que estas muertes no son las únicas que han tenido lugar en torno al 11-S.
En los años posteriores a los atentados, han muerto al menos otras 10 personas que estaban relacionadas con el caso. Entre ellas se encuentran:
Michael Connell, un ingeniero aeronáutico que trabajó para la Comisión del 11-S.
Barry Jennings, un guardia de seguridad que sobrevivió al colapso de la Torre Sur.
Barry A. Jennings, un abogado que representó a las familias de las víctimas del 11-S.
La muerte de estas personas ha llevado a algunos a creer que existe un complot para silenciar a las personas que conocen la verdad sobre el 11-S.
Sin embargo, también es posible que estas muertes sean simplemente una coincidencia. Después de todo, el 11-S fue un evento traumático que tuvo un impacto profundo en la vida de muchas personas. Es posible que algunas de estas personas hayan muerto por causas naturales o accidentales.
La verdad sobre las muertes de Colt, Simon y Carr es desconocida. Sin embargo, estas muertes han contribuido a mantener viva la controversia en torno al 11-S.