Seguramente ha escuchado en alguna ocasión, incluso lo ha utilizado, la expresión meterse en un berenjenal. Muy del uso cuando hay una situación de difícil solución, compleja o que es calificada de auténtico lío.
Pero, ¿sabe de donde viene esta popular expresión? Pues todo parte de u entorno rural en el que hace una clara y manifiesta referencia a las muchas nervaduras que tienen las hojas de esta planta, de la planta de la berenjena, que además dispone de unas molestas espinar que ocasionan más de un pinchazo en todo aquel que se dispone a recoger este fruto de la tierra.
Así pues cuando un agricultor planta berenjenas hace un cultivo de una zona dedicada a ello, estos cultivos tienen múltiples hojas con estas características, nervaduras y espinas, así cuando penetraba en el sembrado de berenjenas debía de ir con extremo cuidado pues podía ocasionarle cualquier descuido un sin fin de arañazos y pinchazos.
Así se estableció un paralelismo entre el cuidado que hay que tener en este tipo de huertos con la situación compleja que se da en la vida real y que precisa de nuestra atención, así en torno a ello hay una vieja canción que dice así:
El pimiento ha de ser verde,
los tomates colorados,
la berenjena espinosa,
y los amores callados.