Lo que popularmente se conoce en España como ‘rozarse’, en México se llama ‘Frouterismo’. Y está de moda. Se practica en el metro, sobre todo en las grandes ciudades como México D.F., capital del país, y tiene tiene sus propias reglas.
Primero, utilizar las líneas 1,2 y 3. Las más concurridas y actas para rozarse. También, llevar una pulsera roja, visible, para que los practicantes tengan claro que el acto es consentido. Imprescindible: «No molestar a aquellos que no quieran formar parte de la moda y se aparten». Insistir se considera «acoso sexual».
Los heterosexuales usan el penúltimo vagón. Los homosexuales el último. Uno se acerca por detrás, se arrima cuanto pueda, el de la posición delantera permanece quieto. Si se aparta, toca buscar otro acompañante.
‘El Frouterismo’ puede concertarse también por internet. Quedar previamente a través de las redes sociales y «subir juntos al convoy». Mejor siempre en las horas puntas. No hay que olvidar la pulsera roja. Quizás sí. A gusto del consumidor.
El frouterismo en México: una moda con polémica
El frouterismo, una práctica sexual que consiste en rozarse con otras personas en lugares públicos concurridos, está ganando popularidad en México.
Los practicantes del frouterismo se rigen por una serie de reglas no escritas. En primer lugar, suelen utilizar las líneas 1, 2 y 3 del metro, que son las más concurridas. En segundo lugar, llevan una pulsera roja, visible, para indicar que están interesados en practicar esta actividad.
Los heterosexuales suelen utilizar el penúltimo vagón del metro, mientras que los homosexuales suelen utilizar el último vagón. En ambos casos, uno de los participantes se acerca por detrás y se arrima al otro, que permanece quieto. Si uno de los participantes se aparta, la otra persona debe buscar a otra pareja.
El frouterismo también se puede concertar por internet. En este caso, los participantes suelen quedar previamente a través de las redes sociales y subir juntos al metro. Es importante señalar que, en México, el frouterismo solo se considera una práctica consentida si ambos participantes llevan la pulsera roja. Si uno de los participantes no lleva la pulsera roja, el otro participante puede considerarse culpable de acoso sexual.
Esta práctica ha sido objeto de polémica en México. Algunos grupos feministas han criticado esta práctica, considerándola una forma de acoso sexual. Sin embargo, otros grupos, como la Asociación Mexicana de Sexólogos, defienden el frouterismo, argumentando que es una práctica consensual y que no debe ser criminalizada.
Es difícil predecir el futuro del frouterismo en México. Sin embargo, es posible que esta práctica continúe ganando popularidad, sobre todo en las grandes ciudades.
Si alguna vez subes a estas líneas de metro cuidado con estas prácticas y con no llevar una pulsera roja que pueda provocar la confusión y ser víctima de ello, algo que, sin dudas sería muy incómodo y podría dar lugar a situaciones muy tensas.