La prevención es la protección más eficaz contra las enfermedades de audición

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Y aunque todos los problemas de salud nos preocupan, hay ciertas enfermedades o patologías que socialmente están más invisibilizadas, sobre todo las que asociamos a un proceso de envejecimiento natural. Este es el caso de los problemas ligados a  la audición, a los que gran parte de la población no prestamos atención, y este abandono es lo que comúnmente provoca que las enfermedades auditivas empeoren, ya que la higiene y los buenos hábitos, en definitiva la prevención, es la mejor pauta para evitar problemas en nuestro sistema auditivo.

Centrados en la prevención como el factor más importante ante las enfermedades auditivas, además de seguir unas pautas de higiene y conductas diarias, tenemos que ponernos en manos de personal cualificado. En consecuencia, no esperar hasta que nos duela o el problema sea irreversible para acudir a un centro donde nos realicen un estudio preventivo de nuestra salud auditiva, mediante el cual vamos a proteger y prolongar nuestra salud auditiva. Y como en cualquier otro ámbito lo más recomendable es iniciar el proceso lo antes posible y, por su puesto, en un espacio donde cuenten con la mejor tecnología y persona, como ocurre en Optisur, que ya cuenta con un  centro auditivo en Cádiz, para garantizar el mejor diagnóstico y tratamiento a sus pacientes.

Las enfermedades más comunes asociadas a problemas auditivos

La pérdida de audición no está solamente vinculada al factor edad. El oído es un aparato que funciona mediante un complejo sistema, en el cual puede verse atacado por diferentes causas, y si no se actúa con rapidez, la mayoría desembocan en una pérdida parcial o total de la audición. Entre las enfermedades que pueden atacar nuestro sistema auditivo hay que destacar tres:

Hipoacusia. La hipoacusia es una disminución parcial de los sonidos, y puede afectar a uno u ambos oídos. Dentro de está enfermedad vamos a encontrar diferentes tipos y grados de afectación, pudiendo ser leve, moderada o severa, en esta última se requerirá del uso de una prótesis o implante. Y entre los tipos encontramos la neurosensorial,cuando la afección está ligada al sistema nervioso; la conductiva, en la cual la lesión se produce en la zona externa, impidiendo detectar sonidos que proceden del exterior; y por último, la mixta, que un híbrido de los dos tipos anteriores.

Enfermedad de Ménière. De esta patología aún no se conoce la causa que la desencadena, lo que sí se sabe es que un rápido diagnóstico y tratamiento puede ser decisivo en el avance de la misma. Entre sus síntomas más comunes hay que destacar la sensación de mareo severo, la escucha de un ruido llamado tinnitus, pérdida de audición esporádica y  dolor o presión localizada en la zona auditiva. Suele afectar a un solo oídos, y si no se trata a tiempo terminará en la pérdida total de la audición.

Pérdida auditiva bilateral. Es una afección que se traduce en la disminución auditiva en ambos oídos, pudiendo ser leve, moderada o profunda, y afectando al oído externo, medio, interno o en combinación. Esta pérdida auditiva puede ser simétrica, igual en ambos oídos, o asimétrica, cuando un oído percibe más sonido que el otro. Esta patología está muy asociada al envejecimiento, pero también hay otros factores que contribuyen a su aparición y desarrollo como la genética, consumo de algunos medicamentos y una exposición prolongada a ruidos fuertes.

Sea como fuere, las pérdidas de audición pueden llegar a limitar mucho nuestro día a día, por ello, y como venimos haciendo hincapié durante todo este artículo, lo más importante es la prevención para disfrutar del sonido toda nuestra vida.