La construcción de las pirámides egipcias ha sido durante siglos un misterio que ha llamado la atención de científicos, historiadores y curiosos. Entre estas estructuras milenarias, la Pirámide Escalonada de Djoser, considerada la más antigua de Egipto, destaca por su complejidad y monumentalidad. Levantada en el siglo XXVII a.C. en la necrópolis de Saqqara, esta edificación alcanzó una altura de 62 metros, siendo en su tiempo la estructura más alta jamás construida. Sin embargo, cómo se logró mover y colocar bloques de hasta 300 kilogramos sigue siendo objeto de debate.
Hasta ahora, la hipótesis más aceptada era que los antiguos egipcios utilizaron rampas y dispositivos de tracción para arrastrar las pesadas piedras hasta los niveles superiores. Aunque plausible, esta teoría no explica con total claridad cómo se lograron construir las primeras pirámides, como la de Djoser. En este contexto, un grupo de investigadores ha propuesto una alternativa revolucionaria: un sistema de elevación hidráulico.
Liderado por Xavier Landreau, director del instituto francés Paleotechnic, el equipo publicó su hipótesis en la revista especializada Plos One. Según sus hallazgos, los egipcios habrían diseñado un mecanismo que empleaba agua para elevar los bloques a través del interior de la pirámide.
El sistema hidráulico propuesto
La teoría sugiere que el agua, acumulada de lluvias estacionales, era canalizada hacia una trinchera que rodeaba el complejo funerario. Un flotador de madera, instalado en una cámara de granito, servía como elevador al conectarse mediante poleas a una plataforma que transportaba los bloques. Al llenar la cámara con agua, el flotador ascendía, moviendo las piedras hacia niveles superiores.
Para respaldar esta propuesta, los investigadores desarrollaron un modelo por ordenador basado en imágenes satelitales y datos sobre la arquitectura interna de la pirámide, incluyendo túneles subterráneos. También analizaron patrones climáticos antiguos que indican la posibilidad de lluvias significativas en esa época.
Aunque el sistema hidráulico es una propuesta ingeniosa, no todos los expertos están convencidos. Egiptólogos como David Jeffreys, del University College London, consideran que la teoría tradicional de rampas sigue siendo más sólida. Argumentan que la evidencia arqueológica y las representaciones de la época respaldan el uso de estas técnicas.
Otro punto crítico es la disponibilidad de agua en el antiguo Egipto. Según algunos investigadores, como Fabian Welc, de la Universidad Cardinal Stefan Wyszynski, el clima del Sahara ya era árido en la época de Djoser. Aunque pudo haber lluvias estacionales, estas no habrían generado suficiente agua para sostener un sistema hidráulico tan complejo.
Por su parte, la egiptóloga Kamil Kuraszkiewicz destaca la ausencia de pruebas directas que confirmen la existencia de este mecanismo. Ni registros históricos ni representaciones artísticas documentan un sistema hidráulico en las pirámides.
La nueva teoría de Landreau ha abierto un intenso debate en la comunidad científica, cuestionando paradigmas sobre las capacidades tecnológicas de los antiguos egipcios. Mientras los investigadores de Paleotechnic defienden que su modelo podría transformar nuestra comprensión de la ingeniería antigua, los escépticos insisten en que aún falta evidencia concluyente.
Aunque el misterio de cómo se construyó la Pirámide Escalonada de Djoser sigue sin resolverse, este tipo de investigaciones resalta la creatividad y la perseverancia humana al intentar desentrañar los secretos de una de las civilizaciones más fascinantes de la Historia.