Las otras grandes tragedias y desastres naturales en la Historia de España

Este desastre se suma a una larga historia de tragedias naturales en España, cuya ubicación y condiciones climáticas lo exponen a fenómenos como lluvias torrenciales, inundaciones, terremotos y olas de calor

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Imagen del Camping de Biescas y recortes de prensa.
El desastre el camping de Las Nieves, en Biescas.

La Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) que en octubre de 2024 ha azotado a la Comunidad Valenciana, dejando un saldo superior a las 90 víctimas mortales y daños materiales incalculables, se perfila como una de las tragedias naturales más graves que ha vivido España. Este fenómeno atmosférico extremo no solo desbordó ríos y paralizó servicios en varias provincias, sino que provocó una reflexión nacional sobre la vulnerabilidad del país ante los desastres climáticos, especialmente en un contexto de cambio climático que promete más fenómenos de este tipo en el futuro cercano.

Este desastre se suma a una larga historia de tragedias naturales en España, cuya ubicación y condiciones climáticas lo exponen a fenómenos como lluvias torrenciales, inundaciones, terremotos y olas de calor. Entre las tragedias más notorias que han marcado su Historia, destacan episodios como la riada de Biescas de 1996, la Gran Riada de Valencia de 1957 y la catástrofe de la presa de Tous en 1982.

Los episodios más trágicos de la Historia de España

La Gran Riada de Valencia de 1957

El 14 de octubre de 1957, Valencia vivió una de las inundaciones más devastadoras de su historia. El río Turia, que cruza la ciudad, se desbordó tras varios días de lluvias intensas. Las aguas anegaron el centro de Valencia y alcanzaron niveles de hasta cinco metros en algunas áreas. Las pérdidas humanas y materiales fueron enormes: se estima que entre 80 y 100 personas fallecieron, mientras que miles quedaron sin hogar. Este suceso no solo cambió el paisaje urbano, sino que llevó a que en 1973 se desviara el cauce del Turia para evitar futuras catástrofes, creando lo que hoy se conoce como el Jardín del Turia, un extenso parque que atraviesa la ciudad y marca un ejemplo de adaptación urbana ante desastres naturales​.

La Pantanada de Tous de 1982

El 20 de octubre de 1982, la presa de Tous en Valencia colapsó tras intensas lluvias, provocando una inundación catastrófica en el área. Este evento dejó al menos 30 muertos, además de arrasar con viviendas, infraestructuras y campos de cultivo. La pantanada de Tous sigue siendo una referencia de la necesidad de revisar y actualizar las infraestructuras hidráulicas en un país donde las lluvias torrenciales no son infrecuentes. El desastre llevó a reformas en la gestión de presas y embalses, y a la implementación de sistemas de monitoreo para prever posibles colapsos en estructuras críticas​.

La Riada de Biescas de 1996

El 7 de agosto de 1996, un torrente de agua y barro arrasó con el camping Las Nieves en el Pirineo aragonés, ubicado en Biescas. Aquella noche, un desbordamiento repentino del torrente de Arás, provocado por fuertes lluvias, arrasó el lugar, dejando 87 muertos y más de 180 heridos. Este suceso, que conmocionó al país, también trajo a la palestra la necesidad de revisar las normas de seguridad para campings y otras zonas de alta ocupación en áreas vulnerables. Un informe posterior reveló que el camping estaba construido en una zona de riesgo, algo que no había sido suficientemente evaluado, lo que convirtió este evento en un catalizador para reformas de planificación y construcción en zonas de montaña​.

La Ola de Calor de 2003

En 2003, una ola de calor excepcionalmente intensa afectó a gran parte de Europa, y España fue uno de los países más afectados, con más de 1400 muertes atribuidas al calor extremo. Este fenómeno es de los más peligros asociados con el aumento de las temperaturas debido al cambio climático, ya que las olas de calor intensas no solo afectan la salud humana, especialmente entre poblaciones vulnerables como los ancianos, sino que también ponen en riesgo la infraestructura y los servicios básicos, como el suministro eléctrico y el agua potable.

El Terremoto de Lorca de 2011

Otro suceso traumático fue el terremoto de Lorca, en Murcia, el 11 de mayo de 2011. Un sismo de magnitud 5.1 golpeó la ciudad, causando el colapso de varios edificios y resultando en la muerte de nueve personas. Aunque su magnitud fue relativamente baja en comparación con otros terremotos, la poca profundidad del epicentro y la vulnerabilidad de las estructuras urbanas amplificaron sus efectos. Este terremoto generó una inversión significativa en la modernización y restauración de los edificios históricos de Lorca, así como un refuerzo en las políticas de construcción sismo-resistentes en toda la región​

La DANA de 2019, la advertencia para 2024

La DANA de septiembre de 2019 fue, hasta la de 2024, uno de los eventos más destructivos en la Comunidad Valenciana, causando cinco muertes y daños millonarios en las provincias de Alicante y Murcia. En este episodio, al igual que en 2024, la interacción entre las temperaturas cálidas del mar Mediterráneo y una masa de aire frío en altura desencadenó lluvias torrenciales que desbordaron ríos y afectaron seriamente a infraestructuras locales.

La DANA de 2024

La DANA de 2024 ha sido calificada como la gota fría “más adversa” de lo que va del siglo por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), superando en intensidad y daños a eventos como el de 2019. La comunidad valenciana ha sido de las regiones más afectadas, pero el temporal también ha causado estragos en zonas de Castilla-La Mancha y Andalucía. En algunas áreas, las precipitaciones acumuladas en pocas horas alcanzaron valores equivalentes a lo que suele llover en un año completo.

La historia de España está marcada por eventos climáticos devastadores que, como la DANA de 2024, han dejado dolorosas lecciones al país ante los fenómenos extremos. Hoy más que nunca, estos desastres instan a tomar medidas urgentes para reforzar las infraestructuras y proteger a la población frente a las amenazas que presenta un clima en constante cambio.