Piedras poligonales: ¿Cuál era el secreto de los antiguos constructores?

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Uno de los mayores enigmas que encontramos dentro de la arquitectura antigua son la de las llamadas «piedras ensambladas» que se presentan como si de un puzle se tratara. Ejemplo de ello es Sacsayhuamán, en Perú, o la zona de la «piedra de los doce ángulos» de Cuzco.

Piedras de enorme dureza

Es todo un misterio, tanto por  su construcción como por las cualidades de la misma pues pesa seis toneladas y es de diorita verde, con un espesor de dos metros y de enorme dureza. Lo que más destaca de ella es el ensamblado que tiene sobre las piedras que la rodean y que exige el tallado sobre la marcha en la misma obra de construcción, algo que es una proeza.

A día de hoy hay pocas explicaciones sobre como se pudo hacer, resulta inverosímil pensar en un albañil de la época, con medios rudimentarios, rebajando a la extrema dureza de la diorita, capa a capa, hasta amoldarla, perfectamente, a la roca donde debe encajar. Así es como se encuentra todo ese paño del muro, todo ese lienzo, que resulta muy enigmático. En la actualidad supondría un trabajo ímprobo.

La investigación de Adolfo Marroquín

Es el prestigioso investigador español Josep Guijarro, en «Espaciomisterio» el que recoge la explicación que da a ello el ingeniero, doctor en Física y Geofísico Adolfo Marroquín y que indica que la piedra debió ser tratada antes de ser colocada y ensamblarla más allá del «ensayo y error» pues desmontar lo montado resultaba una labor titánica y, por ello, no se permitían errores y si un trabajo previo importante.

En opinión del ingeniero la tarea es extremadamente complicada entendiendo que no tenía herramientas ni maquinarias y que la precisión es absoluta.

Precisión absoluta

Hoy día es un ejemplo de complejidad, como un mosaico de bloques que, a modo de puzle, encajan de forma perfecta donde «ni una hoja de afeitar cabe». Y que no es sólo en Perú, en el antiguo Imperio Inca, son otros muchos puntos en el mundo dónde se puede encontrar como en Egipto, por ejemplo.

Culturas distantes y sin un aparente contacto entre ellas que tenían formar similares de construir. ¿Cómo es posible esto?

Otras de las opciones contempladas es a través de moldes, de piedra «sintética» en un conocimiento que se abría perdido en la actualidad pero que era del conocimiento de esas antiguas culturas y que sería una forma de explicar estas construcciones, en Perú, en Japón, en Egipto y en otros puntos del mundo.