El año hidrológico finalizó ayer, 30 de septiembre, y su reflejo en la provincia deja datos para la esperanza. Las lluvias caídas durante este periodo en la provincia de Cádiz han tenido un impacto positivo en la cantidad de agua embalsada en los diez pantanos de la región.
El año hidrológico abarca los doce meses en los que se registran las precipitaciones, pero no coincide con el año natural. A efectos estadísticos y de medición, este periodo transcurre entre el 1 de octubre y el 30 de septiembre del año siguiente. Así, esta semana ha concluido el año hidrológico 2023-2024.
La razón por la que el año hidrológico comienza el 1 de octubre se debe a su alineación con el ciclo natural de las precipitaciones, especialmente en regiones como Cádiz, donde las lluvias más significativas llegan en otoño. Al iniciarse en este momento, es posible registrar el ciclo completo de recarga de acuíferos y embalses, que ocurre principalmente entre otoño e invierno, y también evaluar los meses más secos, como el verano.
Esto facilita una gestión más eficaz de los recursos hídricos, ya que se analiza el ciclo de lluvia y sequía en su totalidad, reflejando con mayor precisión la disponibilidad de agua en momentos clave del año.
Como resultado de estas lluvias, los pantanos de la provincia presentan un dato esperanzador. La sequía persiste, pero las precipitaciones de los últimos doce meses han permitido una mayor entrada de agua en los embalses en comparación con el año hidrológico anterior (2022-2023). Además, junto a las medidas adoptadas para paliar los bajos niveles en los pantanos, esta situación ha permitido una leve recuperación de los mismos.
A nivel provincial, el promedio de agua embalsada ha aumentado en casi cuatro puntos y medio en comparación con el 30 de septiembre de 2023. Los embalses de la provincia de Cádiz se encuentran ahora al 21,54 por ciento de su capacidad, frente al 17 por ciento registrado hace un año.
Después de haber superado el 80 por ciento el 30 de septiembre de 2013 (un 80,71 por ciento) y el 73 por ciento en 2014 (un 73,29 por ciento), la última década ha mostrado un descenso continuado en el volumen de agua embalsada en la provincia. Sin embargo, tras varios años consecutivos de caídas, este 2024 ha sido el primer año en el que el porcentaje de capacidad ha aumentado en esos cuatro puntos y medio.
En términos generales, la mayoría de los embalses de la provincia han incrementado el nivel de agua embalsada respecto a lo que tenían al finalizar el año hidrológico anterior. Es decir, al 30 de septiembre de 2024, todos los embalses cuentan con más agua que el 30 de septiembre de 2023.
Este hecho es especialmente relevante en el pantano de Los Hurones, que abastece de agua a la capital gaditana. Actualmente, tiene el doble de agua embalsada que hace un año. Y eso que en marzo fue necesario desembalsar agua debido a que los niveles eran tan altos que podían suponer un riesgo (estaba al 94 por ciento de su capacidad). En cambio, los embalses de Guadalcacín y Guadarranque han perdido porcentaje de agua embalsada, siendo el primero el de mayor tamaño de la provincia.
En cuanto a la cantidad de precipitaciones registradas durante este año hidrológico en la provincia que finalmente ha llegado a los embalses, se ha producido una leve recuperación respecto a la caída registrada en el año hidrológico anterior, 2022-2023. No obstante, estos niveles siguen siendo similares a los de comienzos de la década de 2020, algo que refleja que no se han alcanzado registros especialmente elevados si se comparan con la década anterior, salvo en sus últimos años.
Este año han llegado a los embalses 6.108 hectómetros cúbicos de agua procedentes de las lluvias, frente a los 5.790 hectómetros cúbicos del año anterior. Aun así, estos datos están lejos de los 10.131 hectómetros cúbicos registrados en el año hidrológico 2012-2013, aunque son similares a los valores observados en los últimos años.
El pantano de la provincia al que han llegado más precipitaciones ha sido el de Almodóvar, con 776 hectómetros cúbicos, seguido del de Charco Redondo, con 752 hectómetros cúbicos. Todos los embalses de la provincia han experimentado un incremento en la cantidad de agua que les ha llegado procedente de las lluvias en los últimos doce meses. Esto demuestra que no solo ha llovido más, sino que las precipitaciones han sido más eficaces, al haber caído en zonas que alimentan directamente a los embalses.
Este gráfico final puede servir de resumen para la situación de los pantanos en la provincia, ya que en él se refleja la capacidad total de los embalses de la provincia (y el total provincial), el estado de agua acumulada que tienen (porcentualmente) y un gráfico con la evolución de la llegada de precipitaciones a los pantanos en los años hídricos de la última década.