Marea Verde Cádiz alerta de la alarmante situación a la que se tiene que enfrentar el alumnado con Necesidades Específicas de Apoyo Educativo (NEAE) en Cádiz. Desde el movimiento advierten que los continuos recortes y la falta de recursos ponen en peligro no solo el desarrollo académico, sino también el bienestar emocional y social de este colectivo.
El movimiento en defensa de la educación pública pone como triste ejemplo el caso de Ariadna, una estudiante de un centro educativo del Río San Pedro, con indicios de trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y un posible trastorno específico del lenguaje.
“Estamos ante un problema estructural que afecta a toda la comunidad educativa”, declaran desde Marea Verde Cádiz. “El sistema no está preparado para ofrecer una educación inclusiva de calidad. Los alumnos con necesidades específicas están siendo olvidados por las administraciones, y eso es inadmisible”.
Ariadna representa, recuerda Marea Verde, a miles de alumnos que, a pesar de sus necesidades, no reciben la atención adecuada. La menor presenta indicios de trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y un posible trastorno específico del lenguaje. Sin embargo, su familia se topa con una barrera insalvable: la negativa del centro a realizar las pruebas necesarias para certificar su condición.
“Sin un diagnóstico, no podemos acceder a ningún tipo de ayuda”, explica la madre de Ariadna. “Hemos pedido la evaluación en varias ocasiones, pero siempre nos ponen trabas. Esto nos está dejando sin opciones para apoyar a nuestra hija”. La falta de este diagnóstico oficial no solo limita el acceso a becas, sino también a recursos especializados dentro del propio centro. “Esto no debería depender del bolsillo de las familias”, añade el padre de Ariadna. “El sistema público debería garantizar que todos los niños reciban la atención que necesitan”.
La precariedad de los recursos
Según Marea Verde, el problema no se reduce a casos individuales como el de Ariadna, sino que afecta a miles de estudiantes en la provincia de Cádiz. “Nos encontramos con un sistema desbordado”, afirma una profesora de Pedagogía Terapéutica (PT). “Los recursos son tan escasos que muchas veces nos vemos obligados a priorizar casos graves, dejando a otros alumnos con una atención mínima”.
El Personal Técnico en Integración Social (PTIS), clave en el apoyo al alumnado NEAE, también está en una situación precaria. “En muchos centros, apenas estamos cinco horas a la semana”, señala un PTIS que prefiere mantener el anonimato. “Es imposible cubrir todas las necesidades en tan poco tiempo. Y lo peor es que esto se ha normalizado. Parece que las administraciones esperan que las familias y los docentes hagan milagros”.
Desde Marea Verde insisten en que aumentar las horas de trabajo del PTIS, así como contratar más personal especializado, es una solución necesaria. “Si los PTIS estuvieran 25 o 30 horas por centro, podríamos garantizar una atención continua y personalizada”, subraya un representante de la organización. “Actualmente, hay alumnos que pasan días enteros sin recibir ningún tipo de apoyo porque el PTIS no está disponible”.
Una llamada de atención
La organización también destaca que la falta de recursos repercute directamente en las aulas ordinarias. “Los docentes estamos desbordados”, comenta un profesor de primaria. “Tenemos que atender al grupo entero y, al mismo tiempo, gestionar las necesidades de los alumnos NEAE. Sin personal de apoyo, es imposible ofrecer la atención que merecen”.
En la educación concertada, la situación es incluso más alarmante. “En muchos casos, no hay personal especializado”, explica un miembro de Marea Verde. “Las familias tienen que pagar de su bolsillo la atención que sus hijos necesitan. Esto genera una brecha enorme entre quienes pueden permitírselo y quienes no”.
Ante esta situación, Marea Verde exige un cambio inmediato. “No estamos pidiendo nada extraordinario, solo que se cumpla el derecho de estos alumnos a una educación digna”, enfatiza uno de los portavoces. Entre las demandas, destacan el aumento de la jornada laboral del PTIS, la contratación de más personal especializado y la reducción de las ratios en las aulas.
“Es fundamental que los alumnos NEAE tengan acceso a los mismos recursos que sus compañeros”, insiste el portavoz. “No estamos hablando de un lujo, sino de una necesidad básica”.
Por su parte, las familias también alzan la voz. “Estamos cansados de luchar solos”, afirma la madre de Ariadna. “Necesitamos que las administraciones se impliquen de verdad y dejen de ignorar esta realidad”.
Marea Verde concluye su denuncia recordando que el alumnado NEAE no debe ser considerado una carga o un ajuste presupuestario. “Ellos también son el futuro”, sentencia el portavoz. “Invertir en su educación es invertir en una sociedad más justa e inclusiva. Y eso debería ser una prioridad para todos”.