El mercado laboral de Cádiz sigue mostrando una marcada dependencia del turismo y otras actividades ligadas a la temporada estival. Cada año, la economía provincial experimenta un ciclo que se repite con relativa constancia: los meses de verano traen consigo un aumento en la contratación, especialmente en el sector servicios, que absorbe gran parte de la demanda laboral gracias a la llegada de turistas.
Cuando concluyen el verano y las últimas citas turísticas de octubre, el empleo en Cádiz comienza a resentirse y las cifras de paro suben de nuevo, afectando a miles de trabajadores que dependen de contratos temporales. Y así ha vuelto a ocurrir con el cierre de la temporada estival.
Este patrón no solo refleja la importancia del turismo para Cádiz, sino también la falta de diversidad en el tejido económico de la provincia. Pasó con los datos al cierre de septiembre y tras al puente del 12 de octubre, ha vuelto a pasar: una nueva subida del desempleo. En octubre de este 2024, el desempleo en Cádiz ha alcanzado las 123.219 personas, frente a las 121.303 personas que había en esta situación al acabar septiembre. Este aumento en el paro muestra cómo la finalización de la temporada alta impacta directamente en el empleo en la provincia.
El efecto positivo de la temporada turística ha ido diluyéndose conforme ha comenzado el otoño. Aunque el puente del 12 de octubre puedo mantener algo de actividad en el sector, este año la demanda fue afectada por intensas lluvias, que también se repitieron en los días previos al puente de noviembre con la llegada de una DANA.
Un mercado laboral estacional y vulnerable
Al analizar los datos por sectores, el sector servicios sigue siendo el que concentra la mayoría de los desempleados, acumulando el 69 por ciento del total del desempleo en la provincia (85.114 personas). Esta cifra no solo refleja el peso del turismo en la economía gaditana, sino que también señala la vulnerabilidad del empleo en este sector, en el que predominan contratos temporales que llegan a su fin al terminar la temporada alta.
Esta dependencia de Cádiz de estos empleos estacionales convierte al mercado laboral de la provincia en uno de los más expuestos a fluctuaciones, tanto por la finalización de la actividad turística como por la afectación de fenómenos climáticos, como las recientes lluvias intensas que redujeron la demanda en octubre y noviembre.
Otros sectores, aunque representan porcentajes menores, también muestran cifras significativas de desempleo. En octubre, la construcción aporta el 9 por ciento del total de parados, con 11.022 personas; la industria concentra el 5 por ciento, con 6.660 desempleados; y la agricultura representa el 3,1 or ciento con 3.799 personas. Además, el 13 por ciento de los desempleados (16.624 personas) pertenece al grupo de sin empleo anterior, un indicador de la dificultad de jóvenes y personas en situación de exclusión para incorporarse al mercado laboral.
Este desbalance en el mercado laboral pone de manifiesto la necesidad de diversificación económica. La alta dependencia del sector servicios y la estacionalidad reflejan una estructura de empleo poco estable, que podría beneficiarse de políticas de fomento de la industria u otros sectores no tan sujetos a la temporalidad.
Brecha laboral por género
La desigualdad de género sigue siendo importante en el desempleo en Cádiz. En octubre de 2024, el desempleo femenino constituye el 63 por ciento del total de las personas desempleadas en la provincia, con 77.488 mujeres frente a 45.731 hombres. Este desequilibrio muestra un problema estructural en el mercado laboral gaditano, donde las mujeres tienden a estar más representadas en empleos temporales y precarios, sobre todo en el sector servicios.
Dentro de este grupo, las mujeres mayores de 45 años son las más afectadas, con 44.633 desempleadas frente a 24.919 hombres de la misma edad. La brecha de género persiste en todos los tramos de edad, especialmente en el caso de las mujeres mayores, quienes encuentran mayores barreras para reincorporarse al mercado laboral una vez pierden su empleo.
Los gráficos de octubre ilustran esta realidad: en cada grupo de edad, las mujeres presentan tasas de desempleo superiores a las de los hombres, una tendencia que ha sido persistente en la provincia y que requiere políticas específicas de igualdad de género en el empleo y medidas para facilitar la contratación de mujeres mayores de 45 años.
Los mayores de 45 años, los más afectados
El análisis por edades muestra que los mayores de 45 años son el grupo más afectado por el desempleo en Cádiz. En octubre, este segmento concentra 69.552 personas desempleadas, más de la mitad del total. Este grupo se enfrenta a barreras específicas en el mercado laboral, incluyendo la falta de formación continua o habilidades digitales, que dificultan su contratación en ciertos sectores.
Por otra parte, el grupo de 30 a 44 años registra 34.992 parados, mientras que los jóvenes menores de 30 años, aunque en menor proporción, siguen siendo un grupo vulnerable, especialmente los menores de 25 años, donde 8.963 personas se encuentran sin empleo. La elevada cifra de jóvenes que carecen de experiencia laboral previa (16.624 en el grupo de sin empleo anterior) es un indicativo de los retos de acceso al empleo en la provincia.
Cada segmento de edad enfrenta dificultades únicas, desde la falta de oportunidades para los jóvenes hasta la necesidad de reciclaje profesional para los adultos mayores, y es fundamental que las políticas de empleo se adapten a las necesidades de cada grupo.
Comparativa interanual
Si bien el desempleo ha repuntado en los últimos dos meses tras la temporada alta, la comparativa interanual ofrece una perspectiva alentadora. En octubre de 2023, el paro en Cádiz se situaba en 134.593 personas, mientras que en octubre de 2024 ha descendido a 123.219, un cambio que representa una disminución interanual de aproximadamente el 8,5 por ciento. Este descenso refleja que, aunque persisten los problemas estructurales, se ha logrado una reducción del desempleo en términos anuales.
El año 2024 muestra un comportamiento cíclico: durante los meses de verano, el paro descendió notablemente gracias a la reactivación del turismo, alcanzando un mínimo en agosto, con 117.781 desempleados. Sin embargo, a medida que avanzó el otoño y el turismo comenzó a decaer, el paro volvió a subir, confirmando una vez más la estacionalidad que caracteriza al mercado laboral gaditano. La evolución futura dependerá de la capacidad de Cádiz para reducir su dependencia del turismo y diversificar su economía hacia sectores menos estacionales.