Tamara Manzano ha entregado hoy en el Ayuntamiento las más de 200 firmas de su vecindario que piden que Procasa no la desahucie. Foto: Eulogio García.

El Ayuntamiento de Cádiz le pide tiempo a Tamara Manzano, pero sigue adelante su desahucio del piso de Procasa

Ha entregado más de 200 firmas y ha revisado su baremo en Procasa, pero el 1 de abril sigue fijado el lanzamiento

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El reloj sigue corriendo y el desalojo de Tamara Manzano sigue fijado para el 1 de abril. En estos días, ha encontrado un respaldo aún mayor, no solo en su vecindario, sino también en colectivos que están moviéndose para intentar evitar que se quede en la calle junto a sus hijas.

Mientras tanto, el Ayuntamiento de Cádiz ha dado señales de movimiento: el concejal de Asuntos Sociales, Pablo Otero, contactó con Tamara para pedirle tiempo para buscar una solución. Pero tiempo es precisamente lo que ella no tiene.

Hoy, además, se han producido dos hechos clave: Tamara ha entregado más de 200 firmas en Procasa y el Ayuntamiento, recogidas entre su barrio y bloques cercanos, y ha acudido a una cita en Procasa para revisar su baremo en la lista de espera de vivienda. Dos pasos que buscan presionar a la administración en la recta final antes de su desalojo.

El caso de Tamara Manzano saltó a la luz hace dos días, cuando Cádiz Directo publicó su historia. Tamara es madre de dos hijas menores y el próximo 1 de abril podría quedarse en la calle. Desde hace un año reside en una vivienda de Procasa, en la barriada de Guillén Moreno, sin que hasta ahora haya encontrado una solución que le permita regularizar su situación.

El propio Ayuntamiento de Cádiz ha reconocido su vulnerabilidad. Sin embargo, esa valoración no ha servido para frenar su desahucio ni para que se le ofrezca una alternativa. Tamara no ha ocultado su situación en ningún momento: ella misma contactó con la administración para informar de que había ocupado la vivienda y pedir pagar un alquiler social. Pero la respuesta ha sido el silencio administrativo y el aviso de que debe abandonar la casa sin opción de quedarse.

A esta incertidumbre se suma su delicado estado de salud: Tamara ha superado un cáncer de mama y está pendiente de una operación que deberá realizarse en los próximos meses. La única alternativa que le queda es regresar a casa de su madre, donde ya conviven ocho personas en apenas 80 metros cuadrados.

El caso ha generado un fuerte movimiento de apoyo en la ciudad. Las Desamparadas y la Federación de Asociaciones de Vecinos 5 de abril han dado un paso al frente para respaldarla y han iniciado contactos tanto con el Ayuntamiento como con propietarios privados en busca de una solución.

El Ayuntamiento pide tiempo, pero el desalojo sigue en pie

Tras la publicación de su historia, Tamara recibió una llamada del concejal de Asuntos Sociales, Pablo Otero, quien le pidió un poco de tiempo para buscar una salida a su situación. Según explica la propia afectada, Otero le trasladó que desde el Consistorio estaban trabajando en ello y que necesitaban margen para intentar encontrar una solución viable.

Pero Tamara insiste en que su tiempo se agota. El desalojo sigue marcado en el calendario y, aunque el Ayuntamiento ha dado señales de movimiento, no ha habido ninguna propuesta firme que garantice que ella y sus hijas podrán quedarse en la vivienda o acceder a otra alternativa habitacional.

200 firmas en el Ayuntamiento y en Procasa

Este miércoles, Tamara ha dado un paso más en su lucha. Ha registrado más de 200 firmas en el Ayuntamiento y en las oficinas de Procasa, un documento respaldado por vecinos y vecinas de su barrio y bloques cercanos, que piden que se paralice su desalojo y pueda seguir en la vivienda.

No queremos que se vaya, han expresado muchas de las personas que han firmado la petición. La comunidad de Guillén Moreno ha cerrado filas en torno a Tamara, dejando claro que su problema no es un caso aislado, sino un reflejo de la crisis habitacional que golpea a muchas familias en Cádiz.

Además de la entrega de firmas, Tamara ha acudido hoy a una cita en Procasa para revisar su baremo en la lista de espera de vivienda. Actualmente, figura en el puesto 112, pero en una primera valoración parecía tener opciones reales de acceso a una vivienda social. Sin embargo, tras una nueva evaluación, su puntuación fue reducida, lo que limitó aún más sus posibilidades.

La revisión de hoy puede ser un punto de inflexión. Si se consigue elevar su baremo, se abriría la puerta a una posible solución antes de la fecha del desalojo. Sin embargo, hasta el momento no hay garantías de que ese cambio sea suficiente.

El apoyo crece y la presión sobre el Ayuntamiento aumenta

Tamara ya no está sola en esta lucha. Además del respaldo vecinal, Las Desamparadas y la Federación de Asociaciones de Vecinos 5 de abril han intensificado sus gestiones para evitar que el 1 de abril se convierta en la fecha en que una madre y sus hijas se queden en la calle.

Ambas entidades han contactado con la administración local y con propietarios privados, buscando alternativas habitacionales que puedan frenar el desahucio. El problema de la vivienda en Cádiz no es nuevo, pero el caso de Tamara ha servido como un recordatorio de su urgencia.