El Sindicato de Inquilinas e Inquilinos se ha presentado esta tarde en las escaleras de Santa Cruz. Foto: Eulogio García.

El Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Cádiz se presenta en la escalera de Santa Cruz

Se ha presentado como una nueva herramienta de lucha contra la especulación y el abuso en el alquiler

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El acceso a la vivienda en Cádiz se ha convertido en un problema urgente. La subida descontrolada de los alquileres, la especulación inmobiliaria y la falta de regulación efectiva han llevado a muchos inquilinos a situaciones insostenibles.

Ante este panorama, ha surgido el Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Cádiz, un movimiento que busca organizar a los arrendatarios para defender su derecho a una vivienda digna y hacer frente a los abusos del mercado inmobiliario.

El nacimiento del Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Cádiz se enmarca dentro de una red de sindicatos similares que ya existen en ciudades como Barcelona, Madrid, Málaga, Vigo, Asturias y, próximamente, Sevilla y Valencia. Estas organizaciones han logrado paralizar desahucios, denunciar prácticas abusivas y presionar a las administraciones públicas para que adopten medidas en favor de los inquilinos.

Uno de los casos más recientes en los que ha intervenido la organización a nivel estatal es el de Casa Orsola, en Barcelona. Josep, un profesor que residía en este edificio, se enfrentó a una subida desmesurada del alquiler tras la compra del inmueble por parte de un fondo buitre. Gracias a la movilización de los vecinos y al apoyo del Sindicato de Inquilinas, se consiguió frenar el desalojo y visibilizar el impacto de la especulación inmobiliaria en la vida de los inquilinos.

Un llamamiento a la organización

El Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Cádiz ha celebrado su presentación oficial en el barrio del Pópulo, en las escalerillas de la iglesia de Santa Cruz. Además de exponer la hoja de ruta y los objetivos del sindicato, este acto ha servido para visibilizar la lucha de la Plataforma de Amigos y Vecinos del Pópulo, que denuncia la “inacción del presidente de la Asociación de Vecinos del barrio”. Desde la plataforma lamentan no poder disponer del local de la asociación vecinal, lo que ha dificultado su capacidad de organización y respuesta ante los problemas del barrio.

Antonio Gallardo, integrante del movimiento Cádiz Resiste y portavoz de la Plataforma de Amigos y Vecinos del Pópulo, destacó la necesidad de movilización ciudadana para frenar el problema de la vivienda en Cádiz. Andrés Pradillo, portavoz del Sindicato de Inquilinas, enfatizó que este nuevo sindicato no pretende sustituir a otras organizaciones que ya trabajan en la ciudad, sino sumar esfuerzos y aportar una herramienta de lucha colectiva para los inquilinos.

Durante el acto, diferentes intervinientes señalaron la gravedad del problema del acceso a la vivienda en la ciudad. Gallardo, en representación de una plataforma vecinal, subrayó que “Cádiz cuenta con más de 5.000 viviendas vacías, mientras cientos de familias tienen dificultades para encontrar un hogar”. También recalcó la urgencia de aplicar medidas que permitan recuperar estos inmuebles y destinarlos a vivienda social.

Por su parte, Andrés Pradillo explicó que el Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Cádiz llega en un contexto de “movilizaciones importantes en ciudades como Cádiz, Málaga y otras partes del país”. Añadió que el sindicato busca ser “una herramienta para que los inquilinos puedan asesorarse legalmente, organizarse colectivamente y defenderse de los abusos”.

Además, Pradillo adelantó que el sindicato participará activamente en la movilización estatal por el derecho a la vivienda que se celebrará el próximo **5 de abril**, en coordinación con Cádiz Resiste y otros movimientos sociales.

Fondos buitre, rentistas y vivienda vacía

Uno de los momentos más destacados del acto fue la discusión sobre el papel de los fondos de inversión y los pequeños propietarios en la crisis del alquiler. Un asistente preguntó si en Cádiz el problema residía en los grandes fondos de inversión extranjeros o en propietarios locales con pocas viviendas en alquiler.

Andrés Pradillo respondió que “cerca del 10 por ciento del parque de vivienda en Cádiz pertenece a grandes tenedores con más de 10 inmuebles en propiedad”. Sin embargo, insistió en que la crisis de la vivienda no solo está ligada a estos grandes propietarios, sino a un problema estructural más profundo: “El problema de la vivienda es que se ha convertido en una mercancía. Tanto grandes como pequeños propietarios que hacen de la vivienda un negocio contribuyen a la expulsión de los inquilinos y a la especulación. No se trata solo de cuántas viviendas posea alguien, sino del hecho de que el derecho a la vivienda está supeditado al beneficio económico”, afirmó.

En cuanto a la vivienda vacía, Pradillo defendió la aplicación de medidas legislativas para su movilización, como la expropiación de inmuebles en desuso o la subida de impuestos a las viviendas vacías. “Existen herramientas legales para hacer frente a este problema, pero no se aplican porque las administraciones están más interesadas en proteger el negocio inmobiliario que en garantizar el derecho a la vivienda”, concluyó.

Un modelo de ciudad en disputa

Por su parte, Claudia Ochoa, portavoz del Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Cádiz, denuncia la falta de medidas contundentes por parte de las administraciones locales y estatales. “El Ayuntamiento y el Gobierno central han impulsado medidas insuficientes, favoreciendo más a los propietarios que a los inquilinos”, señaló.

Ochoa advirtió sobre la creciente turistificación de Cádiz y cómo el modelo económico basado en el alquiler turístico y la especulación inmobiliaria está expulsando a los vecinos de sus propios barrios. “Nos encontramos en una ciudad donde el alquiler medio supera los 900 euros mensuales, donde cada vez más viviendas se destinan al turismo y donde las grandes tenedores y rentistas cuentan con leyes que les amparan. Mientras tanto, las administraciones siguen sin aplicar medidas valientes para defender a los inquilinos”, criticó.

El sindicato ha dejado claro que su objetivo es combatir la expulsión de los vecinos de Cádiz debido a la especulación y la falta de políticas efectivas de vivienda. “No nos vamos de Cádiz, nos quedamos”, es el mensaje con el que buscan movilizar a los inquilinos de la ciudad y animarlos a unirse a la lucha colectiva por el derecho a una vivienda digna.

En las próximas semanas, el Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Cádiz anunciará nuevas asambleas y acciones para seguir organizando a la ciudadanía y presionando a las administraciones para que adopten medidas efectivas frente a la crisis del alquiler.