
La lluvia aparece en el Carnaval de Cádiz, pero sigue sin aparecer el Baco de Puerta de Tierra
La Puerta de Tierra sigue esperando la anunciada escultura de siete metros de altura y nueve de largo

El 28 de febrero, Día de Andalucía, amanece con un invitado al que no se quería en el Carnaval de Cádiz: la lluvia. Tras una noche sin precipitaciones reseñables, los primeros apuntes de mal tiempo empiezan a hacer acto de presencia en la ciudad.
Sin embargo, hay alguien que sigue sin aparecer en Puerta de Tierra: el Dios Baco. A estas alturas, nadie sabe cuándo llegará la escultura ni si lo hará en los próximos días, aunque, viendo los plazos que daba la licitación, lo cierto es que tampoco hay que sorprenderse mucho.
Si la escultura aún no se ha instalado, quizás sea porque se adjudicó el contrato el 24 de febrero. En apenas cuatro días desde la firma, se puede entener que sea difícil que pudiera para el inicio del Carnaval estar lista una figura de siete metros de altura y nueve de largo, con estructura metálica de 10 metros de base y un sistema de contrapesos.
Incluso si la empresa adjudicataria, Planning Organización de Proyectos, hubiera comenzado a trabajar el 19 de febrero, cuando finalizó el plazo de presentación de ofertas y pudo saber que era la única oferta presentada, el margen seguía siendo ridículo para completar una obra de esta envergadura.
Pero lo cierto es que el problema no es solo el tiempo. Es que, tal y como se estableció en el pliego, la empresa puede instalar la escultura en cualquier momento hasta el 31 de diciembre de este año. Así que, si alguien esperaba verla en Puerta de Tierra al inicio del Carnaval, quizás pecó de optimista.
Un proceso lleno de incógnitas
Desde su anuncio, la escultura de Baco ha estado envuelta en polémica. El Ayuntamiento solo informó de un presupuesto de 90.000 euros, no dejando claro que el coste real del contrato, el pago que realiza el Consistorio, era de 108.900 euros, si se tenía en cuenta los impuestos. Después, porque la licitación solo atrajo a una empresa, lo que generó sospechas en el sector artesanal. Y, finalmente, porque los plazos no cuadraban con la realidad de un proyecto de esta envergadura.
Hoy, con el Carnaval ya en marcha y la lluvia haciendo su aparición en las calles de Cádiz, el gran ausente sigue siendo Baco. ¿Aparecerá por sorpresa en los próximos días? ¿Se instalará para el primer fin de semana? ¿O será uno de esos proyectos que se queda en el camino finalmente? Con un contrato que permite su colocación hasta final de año, la respuesta puede tardar.